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primeros movimientos galleguistas desarrollados durante la   Debido a ello, la música folklórica gallega del S. XX aca-

 segunda mitad del S. XIX.  ba otorgando más importancia al aspecto artístico del estilo

 Durante el Regionalismo —el movimiento político galle-  que a lo que dicho estilo pueda significar política o social-


 guista que surge tras el Rexurdimento— ya se oponían géne-  mente. Es precisamente por esta razón que en esta época

 ros de la música popular gallega como la muiñeira o el alalá   encontramos jotas, rumbas, pasodobles, y otros estilos que

 a “otros bailes ‘agarrados’ y el fox-trot habitual en las taber-  en el S. XIX eran excluidos del repertorio gallego por “ex-

 nas de los puertos” como estrategia de afirmación diferen-  tranjerizantes” y que se incorporan también instrumentos

 cial (Costa n.p.). Tal proyecto identitario es muy similar al   modernos como pueden ser la guitarra eléctrica u otros per-


 que encontramos en el periodo nacionalista-folklórico del   tenecientes a tradiciones folklóricas de América Latina o el

 S. XX con músicos que indagan en el pasado y en la tradi-  mundo lusófono (Colmeiro 268).

 ción para utilizar la estética de la música folklórica gallega   La importancia otorgada al elemento artístico apunta ha-

 como parte de una reafirmación nacional más amplia. Con   cia otra de las diferencias que Costa destaca, a saber: el gra-


 todo, existen varias diferencias entre lo que ocurre en el S.   do de desmovilización política que llega a alcanzar la músi-

 XIX y lo que encontramos en el estadio nacionalista-folkló-  ca folk gallega del S. XX frente a la del XIX (n.p.). En el S.

 rico. Según el musicólogo Luis Costa, el folk desarrollado   XIX existía una clara conexión entre la recuperación folkló-

 a finales del S. XX es más abierto e inclusivo que el del S.   rica, la construcción de un estilo gallego diferenciado y un


 XIX y, a pesar de mantener una fuerte referencia identitaria,   posicionamiento político de talante galleguista. En el S. XX

 acepta la mezcla con otros géneros “no gallegos” por razones   ya “no es posible establecer una correlación directa entre

 artísticas. En este sentido, Costa afirma que  el ejercicio de estas actividades y la asunción de una po-

         sición galleguista políticamente consecuente” (Costa n.p.).


         La primacía del aspecto artístico sobre el proyecto políti-
 la evolución del folk hecho en Galicia va pues desde una posi-

 ción inicial de compromiso social y político más o menos asu-  co hará que la connotación más o menos nacionalista que

 mida, hacia una concepción en la que, aunque sin perderse las   había vuelto a adquirir la música folklórica gallega con el
 referencias identitarias de la galleguidad —formalmente expre-  MPCG y con bandas como Fuxan os Ventos y A Quenlla se

 sadas a través del uso de elementos rítmicos, melódicos y tím-  vaya desvaneciendo cada vez más hasta convertirse tan solo
 bricos del repertorio de tradición oral—, la dimensión estricta-

 mente artística cobra un protagonismo creciente. (n.p.)  en un estilo musical más entre otros.
             En esta línea, Javier Campos Calvo Sotelo destaca la in-

         clusión de la música gallega bajo la categoría supranacional


         de la música celta como el acontecimiento más determinan-
 gallegas. Escritores como Rosalia de Castro o Eduardo Pondal son tradi-

 cionalmente incluidos dentro de este movimiento.  te en su vaciamiento de significación política. Según él:





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 Revist a   de   alces XXI                                    Número  4 , 2019-2020
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