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y demostrar su inoperancia o su tosquedad, desaparecen; lo cu-  entendemos la contraposición entre simplificar y complejizar
 rioso es que, a veces, algunos vuelven a aparecer […]. Es lo que   como un intento de valorar y jerarquizar dos tipos de inter-

 puede pasar ahora mismo, en el mercado de las ideas estéticas,   vención en la esfera pública. Por otro lado, queda por expli-

 con lo que yo llamaría la falacia política, un error que circuló con
 profusión a mediados del siglo pasado y que parece prosperar de   citar de qué “problemas” está hablando Cercas. Es decir, ¿se

 nuevo.  interesan el arte y la política por el mismo tipo de asuntos?
         No encontraremos respuesta a esta pregunta en el ensayo de
 Pero, en realidad, la referencia a la “falacia política” no es más   Cercas. Esta limitación se ve agravada por la ausencia de la

 que un marco utilitario que dirige la atención del lector a   tercera esfera de actividad social en discordia, la económica.


 una supuesta polémica entre un sector moderno y liberal de   Y en este punto nos puede ayudar sobremanera el otro traba-

 la izquierda (al que se adscribe el propio Cercas) y un sector   jo al que me refería más arriba, en este caso escrito por Ma-

 antiguo y autoritario de la misma (en este caso, representado   rio Trinidad, un exdiputado del P.S.O.E. y también escritor.

 por Slavoj Žižek). Este no es el objetivo central del ensayo.   Su planteamiento es el siguiente:

 Lo realmente importante se encuentra en las descripciones

 que se nos ofrecen tanto del ‘arte’ como de la ‘política,’ pues   i.  “Los políticos se ven obligados por su oficio a simplifi-

 apuntan a una noción de actividad política vaciada de todo   car las ideas que les suministran los expertos.”

 contenido sustancial. Por cierto, reseñar por su interés que   ii. La función del político es comunicarse “eficazmente

 tanto Cercas como Gracia coinciden en una visión raquítica   con  la  ciudadanía”  con  el  objetivo  de  convencerla


 de la política, pero llegan a ella partiendo de posturas diver-  acerca de la bondad de tales “ideas.”

 gentes acerca de la relación del arte con la política: el pri-  iii. En particular, y “debido a la complejidad de los pro-

 mero, rechazando la identificación “sin más [de] los fines del   blemas y al elevado tecnicismo con el que gustan de

 arte con los de la política,” y el segundo, apoyándose en ella.  expresarse los expertos,” esa “labor de simplificación

 Pues bien, según Cercas, tanto el arte como la política   se hace aún más necesaria” en todo lo relativo al cam-

 quieren cambiar el mundo, pero no lo hacen de la misma ma-  po de la economía.

 nera. Más en concreto, el político “busca cambiar el mundo


 simplificando problemas complejos,” mientras que el artista   Como se puede observar, la manera en que se describe la fun-

 “busca lo contrario: toma un problema complejo y lo vuelve   ción de la política es similar en las exposiciones de Cercas

 todavía más complejo, para, reinventándola, mostrar la reali-  y Trinidad: simplificar. Pero ahora queda más claro de qué

 dad tal y como es.”  “problemas” estamos hablando, a saber, aquellos que ocupan

 Primer punto a retener: el arte se describe en función de   la  atención  de  los  “expertos.”   Dado  que  no  se  puede  ex-
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 la política y viceversa. Además, como tendremos ocasión de

 ver, hay ecos de Ortega en estas aseveraciones, sobre todo si


         7  La perspectiva de fondo está bien descrita en Streeck: “Good econom-




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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
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