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Drakulić describe una experiencia personal de enfrenta-  tinto de supervivencia) y para resistir y seguir escribiendo

 miento a un censor. En la conversación telefónica para con-  en el estilo que ella había cultivado hasta entonces. El cen-

 certar la cita, el tono de la voz del censor, que luego resul-  sor justifica su trabajo de manera defensiva:


 tó ser engañoso, la persuadió de acceder: “‘I don’t look like

 what I am,’ said the man’s voice on the telephone, a little

 nasal but pleasant. It was because of this… that I decid-  You see, I’m not like some of my colleagues. I don’t believe in

 ed to meet with my censor, Comrade Inspector M. Offi-  crudeness. My opinion is that one should follow journalists’

 cially—as he put it—he was from the state security police   work from a distance, get to know them well. And then, if they


 (SDB) in charge of the press” (“No parezco lo que soy, dijo   repeat serious mistakes, warn them tenderly… you know… in

 la voz del hombre por teléfono, un poco nasal pero agrada-  a certain way we are friends. I know all of your articles, your
                books. And I know not only what but how you think, how you
 ble. Fue por eso que decidí reunirme con mi censor, el ca-  will react to certain issues. (78, énfasis añadido)

 marada inspector M. Oficialmente —según él mismo— era


 de la policía estatal de seguridad (SDB) a cargo de la pren-

 sa”; mi trad.; Drakulić 76). Los funcionarios encargados de

 la seguridad del estado se aseguraban de que la prensa, la ra-  Ves, no soy como algunos de mis compañeros. No creo en la

 dio y la televisión seguían la “línea” impuesta por el Partido,   vulgaridad. Mi opinión es que uno debe seguir el trabajo de los
                periodistas desde la distancia, y llegar a conocerlos bien. Y des-
 y vigilaban de cerca a los periodistas, llegando a generarles   pués, si repiten errores graves, darles una tierna advertencia…

 una examinación involuntaria de su conciencia: “my curi-  ya sabe…en cierto modo somos amigos. Conozco todos sus ar-

 osity was replaced by fear… thoughts about my possible   tículos, sus libros. Y no solo sé qué sino también cómo piensa,

 sins” (“mi curiosidad fue reemplazada por el miedo…pen-  cómo va a reaccionar ante ciertos asuntos. (Mi trad.)


 samientos sobre mis posibles pecados”; mi trad.; Drakulić

 77). Bajo el pretexto de una invitación “cortés” a una “char-

 la”, Drakulić se reunió y habló con este hombre. Incluso   Este control de la mente de un escritor se extiende hasta

 cuando se trataba de temas banales como el clima o el pre-  anticipar sus reacciones ante determinadas situaciones. En


 cio de la comida, el tono amable del funcionario era disi-  Cartas de amor a Stalin hay varios ejemplos de este tipo de

 mulado. Aunque no lo menciona explícitamente, Drakulić   control abusivo. Por ejemplo, a partir de la escena 6, Bul-

 se adaptó inconscientemente al lenguaje codificado de su   gákov experimenta la presencia de Stalin como un fantasma

 censor y siguió los patrones de la “charla cortés” en sus ré-  de su mente: “Bulgákov se comporta como si viese y oye-


 plicas. Lo hizo para superar esta prueba arbitraria del oficio,   se a alguien a quien solo él oye y ve.” (235). Esta escena ce-

 para no acabar despedida o presa (razones objetivas del ins-  menta el control que el dictador tiene sobre él. En la escena






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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