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7, la acotación reza “Bulgákov intenta escribir una [carta]   señales de peligro, que conseguían que uno se volviera para-

 más, pero parece bloqueado. Hasta que ve a Stalin, quien ya   noico. Esa misma locura había determinado a la joven amiga

 se mueve muy cómodo por el lugar” (239). Stalin ocupa la   periodista de Drakulić a suicidarse. La alusión a la persecu-


 cabeza de Bulgákov y se personifica por el cuarto. Las aco-  ción de los escritores, que lleva al suicido aparece en la obra:

 taciones describen un proceso paulatino de apropiación de   “Casi ha vuelto loco a Zamiatin. Ha logrado que Maiakovs-

 la voz creadora de Bulgákov por Stalin: “Stalin dicta; Bul-  ki se suicide.” (223) Es más, cuando Bulgákova pretende ha-

 gákov escribe” (243), “Stalin toma la mano de Bulgákov   cer el papel de Stalin, para ayudar a su marido a componer

 para obligarle a seguir escribiendo” (244), “Stalin escribe allí   las cartas, hay alusiones a la salud mental de los escritores:


 donde Bulgákov solía hacerlo; Bulgákov no escribe” (251).   “Ustedes, los poetas, son gente tan vulnerable…No se me va

 El propósito de Stalin es hacer que Bulgákov siga ocupado   de la cabeza el triste final del pobre Maiakovski. En cuan-

 con la tarea repetitiva de escritura de cartas, y no avance en   to a su bueno amigo Zamiatin…Si no quiere acabar como

 ninguna otra tarea creativa. En cuanto Bulgákov da señales   ellos, debería replantearse el modo en que está conduciendo


 de tener inspiración para una novela —cuando se dice a sí   su vida.” (227) Con este desplazamiento productivo de po-

 mismo en voz alta la frase “Como si el demonio estuviera   ner las supuestas palabras de Stalin en la boca de Bulgákova,

 suelto por la casa” — Stalin interviene y lo redirecciona en   se logra crear la noción de terror del estado estalinista.

 la composición de la carta (244). Para conseguir este propó-  El abuso de Stalin hacia Bulgákov no se limita a exami-


 sito lo manipula al ofrecerle “pluma” y “papel” y editarle lo   nar la forma y el contenido de lo que escribe. También hay

 escrito: “Quita ‘esperanza’. Pon ‘certeza.’ […] No, no, tacha   un deseo de controlar su vestimenta: “¿Harás el favor de

 eso” (245). Stalin se encarga de leerle las cartas a Bulgákov   quitarte esa camisa? ¿No te he dicho mil veces lo que opi-

 y darle sugerencias de lenguaje: “¿No es un poco pedante?”   no de ella?” (247) Después le pide perdón y encuentra ex-


 (240) y “Esa palabra no es tuya” (241). El punto culminan-  cusas por su comportamiento: “Perdóname. Perdona que

 te no es cuando Stalin le está “dictando” (243) las cartas a   te haya hablado así…Es solo que…” (247). Sus palabras

 Bulgákov, sino cuando toma la pluma y el papel y compone   tienen efecto porque más adelante sabemos que Bulgákov

 él mismo las cartas.   ya no lleva su “vieja camisa” (251). Stalin hasta logra que


 En los países totalitarios la censura no se hacía de for-  Bulgákov desprecie a su mujer; comportándose y hablan-

 ma “cruda” sino “tiernamente”, como explica Drakulić, in-  do como si fuera su nueva pareja romántica, lo excusa de su

 dicando que una “charla cortés” podía asustar a un escritor.   posible impotencia erótica: “¿ha conseguido hacerte creer

 Este sentimiento parecido a la parálisis de Bulgákov ofrece   que tú eres el culpable? … Te sientes culpable de estar con-


 la medida del grado de poder del censor: hacer obedecer sin   migo en lugar de con ella, ¿no es así?... ni siquiera te atre-

 tener que amenazar. Una simple llamada o mero saludo eran   ves a tocarme” (255).






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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