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Los perpetradores pueden ser muy “tóxicos” sin tener que lenguaje de odio encontrado en los epítetos racistas, la por-
“gritar” o “golpear”. Según Evans, “The perpetrator defines nografía, la música rap y la norma de las auto-declaracio-
your inner world as if he or she were living within you.” nes de personas homosexuales del ejército estadounidense
(“El perpetrador define tu mundo interior como si viviera puede, en teoría, lastimar incluso desde su marco declara-
dentro de ti”; mi trad.; Victory, Intro xi-xii). El comporta- tivo, Butler explora las paradojas lingüísticas del lenguaje
miento de Stalin reproduce este patrón abusivo siempre que injurioso: “to be addressed—called a name/name-calling,
toma control del escritor. Le molesta que Bulgákov haya n.a.—is to be recognized for what one already is and have
perdido una noche trabajando en algo diferente que las car- the term conferred by which the recognition of existence
tas y lo abusa verbalmente, porque se jacta de conocer a Bul- becomes possible” (“que te dirijan la palabra, o te llamen
gákov mejor que él mismo: “Ninguno de tus actores te ha por un nombre significa que te reconozcan por lo que ya
entendido como yo. ¿Sabes por qué, Misha? Porque nadie eres y que tengas el término conferido por el que el reco-
te conoce como yo” (256). Evans escribe que “If someone nocimiento de la existencia es posible”; mi trad.; 5). El he-
has defined your inner world, told you what you are, what cho de llamar a alguien por su nombre versus insultar a una
you think, feel, want, and so forth, you have heard verbal persona (juego lingüístico que no se mantiene en la traduc-
abuse” (“Si alguien ha definido tu mundo interno, te ha di- ción al español del texto original en inglés de Butler) con-
cho lo que eres, cómo piensas, sientes, lo que quieres etc., lleva la fuerza injuriosa de las palabras, que hieren porque
has escuchado abuso verbal”; mi trad.; Victory, Intro xv). Es dan vida al cuerpo y después le causan angustia, depresión
más, los abusadores hacen que la otra persona sea parte de o auto odio.
su mente, se comportan como si fueran omniscientes y por Cuando describe las llamadas inesperadas para referirse
eso no se sienten “irracionales” cuando definen a otra per- a la tarea difícil de decidir cuándo y qué palabras conlle-
sona (Evans, Victory 38). Stalin define su nueva “relación” van amenazas o heridas, Butler traza una conexión implí-
con Bulgákov en los parámetros de la dependencia y fusión cita con la obra de Mayorga. Si regresamos al evento que
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completa, porque no reconoce a Bulgákov como una perso- pone en marcha el argumento dramático, Bulgákov recibe
na distinta: “…nadie me conoce como me conoces tú. Por una llamada inesperada por teléfono de Stalin. El ambicio-
eso me siento tan a gusto aquí, contigo. En cuanto puedo, so proyecto de construcción de líneas telefónicas que unan
agarro el abrigo y me vengo a tu casa” (256). puntos dispares de la Unión Soviética tenía como propósi-
En el libro Excitable Speech. A Politics of the Performative, to la facilitación de la comunicación de la gente: “Haremos
Judith Butler hace una lectura retórica de la teoría del acto
verbal de J.L. Austin centrándose en el lenguaje injurioso 16 En ese apartado, Butler discute la variación de los contextos que hacen
y que produce una reacción de miedo. Proponiendo que el que ciertas palabras adquieran capacidades injuriosas. Ver pp. 13-20.
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024