Page 306 - Revista6
P. 306
del propio acto de montaje de la película. El plano/contra- volcado en un accidente provocado por el que en principio
plano es una sutura espacial, una construcción fílmica que era quien miraba. Se obtiene una de las construcciones fíl-
tiene que ver con la continuidad en tanto reúne y relaciona micas más importantes de la película: el plano-contraplano
dos espacios separados. Por su parte, el fuera de campo o la como continuidad. Pero al contrario que en el melodrama,
elipsis es una interrupción que tiene que ver con la impo- cuya función es establecer un vínculo amoroso que se pro-
sibilidad de integrar una imagen en un continuo, dejando yecta hacia una tercera imagen que reúna a los amantes, en
en evidencia el propio acto de montaje de la película siem- Caníbal la unión de ambos planos siempre termina con un
pre vinculado a un corte, a una interrupción por la que se acto violento. En esta escena en particular el espacio inter-
deja de mirar de forma brusca. Si el plano/contraplano es la medio entre los planos lo ocupa un reguero de sangre en la
sutura de dos espacios diferenciados de forma orgánica, el carretera. Eso es lo que une a los dos planos, el asesinato.
fuera de campo/elipsis hace hincapié en el tajo que separa, En el momento de la conversión del ahora cadáver femeni-
en la retórica misma del montaje. no en piezas de carne se usa un fuera de campo aristotélico.
El plano/contraplano es un elemento primordial de cons- No se observa el “despiece”, pero a modo de sinécdoque la
trucción de la posibilidad de continuidad, como escribió reacción de los pies evidencia el hecho.
Núria Bou (2002) a tenor del melodrama de Hollywood Bataille señala que la divinidad es continuidad, atribu-
y su reformulación en Antonioni, un mecanismo de pues- to del amor, y el pecado discontinuidad, atributo del sexo,
ta en escena que es la llave formal para iniciar y resolver el ya que en el sexo siempre hay un fetichismo del fragmento
conflicto amoroso que nutre todo melodrama. Así era en donde se separa cada parte del cuerpo y se erotiza. El pri-
Vértigo (1958), donde la mencionada construcción visual mer contacto con las futuras víctimas de Carlos se expresa
era fundamental para establecer la mirada y el sujeto mi- en plano/contraplano, expresión visual del deseo. Sus per-
rado, el deseante y lo deseado. En Caníbal, el plano/con- versiones finales interrumpen esa continuidad del deseo y
traplano alude también al deseo, el de Carlos con respecto dan paso a la discontinuidad expresada en la interrupción
a sus futuras víctimas. La película comienza con un plano que supone el fuera de campo o la elipsis, el propio proce-
que parece objetivo, un plano que dura tres minutos y que der de su liturgia como asesino, siempre completado con el
una vez se mueve el coche que se está observando se descu- corte, con la fragmentación del cuerpo de sus víctimas. Ba-
bre como un plano subjetivo desde la ventanilla de todavía taille menciona la carne como el resultado del sacrificio:
no se sabe quién, pero el espectador está del lado del obser-
vador. En un cambio de punto de vista se muestra el con- Ya no comemos carnes que no estén preparadas, inanimadas,
traplano, se pasa al espacio del sujeto amenazado, del per- abstraídas del pulular orgánico en el que se encontraban. El sa-
seguido. Este coche, antes observado desde fuera, termina crificio vinculaba el hecho de comer con la verdad de la vida re-
306 307
Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024