Page 301 - Revista6
P. 301

profundidad cavernaria, encerrando al personaje indefen-  tra su voluntad, verá morir a Nina. En la última escena de

 so incapaz de desembarazarse de su concepción de la mujer   la película, Carlos llorará mientras observa por fin la proce-

 como madre, subrayada por dos elementos: su devoción y   sión religiosa, reformulándose así lo que pasaba tras el se-


 dedicación al manto de la Virgen y las escenas que tienen   gundo asesinato, recordemos, un ensayo con una imagen de

 lugar en la sauna, que tanto recuerdan a los de un nonato   la virgen sin rostro. Carlos libera al fin sus sentimientos. La

 desnudo en el vientre de su madre. Aquí se produce una dis-  virgen, última visión, recuerda la posibilidad de haber con-

 tinción entre la figura materna, inviablemente virgen, y la   vertido a Nina en la figura femenina del deseo trascenden-

 figura de la mujer emancipada como prostituta que se deja   te, esto es, en madre, única condición que permite el cato-


 tentar y que debe purgar sus pecados. Al segundo asesinato   licismo para liberar a la mujer del pecado de su sexualidad.

 de la película, el de Alexandra, le sucede un plano de una

 virgen sin rostro, una imagen ausente, promesa no cumpli-

 da de conversión del pecado en reproducción. Al permane-


 cer el lugar de la madre irremplazable, Carlos observa un   El uso del fuera de campo y la elipsis como rima entre lo

 ensayo cofrade sin figura religiosa materna.  particular y lo general, lo privado y lo público

 Cuando Carlos accede a convivir con Nina, ambos viajan   El principal objetivo del estudio es analizar la relación en-

 a la casa en la sierra que él tiene; un espacio virgen y subli-  tre la propia estructura fílmica y la incidencia de lo reli-


 me que es además el lugar donde Carlos lleva a los cadáveres   gioso como motor o explicación de la violencia. Aquí con-

 para su transformación en carne comestible. Cuando acu-  viene distinguir dos tipos diferenciados de narrativas que

 de con Nina, en la penúltima secuencia del film, se suceden   definen los modos de representación principales de la histo-

 cuatro momentos de impronta religiosa que subrayan esa   ria del cine: el suspense (clásico) y la suspensión (moderna).


 potencial maternidad de Nina. El primero se produce ante   El suspense revela la hipótesis que el espectador proyecta.

 la tentación de asesinar a Nina por parte de Carlos, cuando   Es una promesa causal, incluso cuando se trata de una ex-

 ambos forman una piedad invertida. Carlos se muestra in-  cusa para poner en marcha la narración como lo es el míti-

 capaz y le perdona la vida: se da cuenta de que está enamo-  co MacGuffin. Esta progresión sustentada en la causa-efecto


 rado, un momento presentado como una revelación. El se-  implica un plano proyectado por el espectador y una réplica

 gundo punto importante es cuando hace el amor con Nina,   que finalmente confirme o refute lo que el espectador ima-

 primera vez que vemos a Carlos practicar relaciones sexua-  gina. La suspensión, por su parte, no es respondida al final,

 les. Y esa unión íntima conduce al tercer momento, la con-  no identifica, deja a la deriva de sentido, como la célebre re-


 fesión de Carlos, que le cuenta a Nina su secreto. Y como   solución de El eclipse (Antonioni 1963), que suspende el es-

 toda confesión implica una penitencia, Carlos, ahora con-  pacio que antes tenía figuración en un magma de vacío. La






 300                                                                                                          301
 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
   296   297   298   299   300   301   302   303   304   305   306