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velada a través de la muerte. Es bastante común que la matanza ta al pasar de lo sexual, siempre fragmentado y discontinuo
y el despiece del ganado sea repugnante hoy día, nada debe re- en tanto pecado, siempre elidido por la puesta en escena, a
cordarlo. Lo que revela el acto de amor y el sacrificio es la carne. la continuidad de la visión del plano general que expresa la
El sacrificio sustituye la vida ordenada del animal por la con-
vulsión ciega de los órganos. La carne es en nosotros ese exceso persistencia ininterrumpida del amor, reino de la integridad
que se opone a la Ley de la decencia. Es el enemigo de aquellos conjunta de los cuerpos.
a quienes atormenta la prohibición del cristianismo. (96-97)
Conclusiones
Carlos es el atormentado por la prohibición, el que re- Caníbal es una película enmarcada en ese otro cine español
vela la carne como castigo de lo civilizado. La idea del sexo que supuso un relevo generacional. Un cine que margina
como fragmento está en la base misma del montaje cinema- el género, pero en el que se termina por inscribir a pesar
tográfico de la película, que funde de esta forma la idea de de todo, apostando por un cine de la cotidianeidad y de la
corte fílmico, y de dejar fuera de campo, con el propio pro- elipsis, que implica moralmente al espectador y que deman-
ceder del protagonista. da la reconstrucción de sus piezas y omisiones.
El corte en la secuencia anteriormente descrita es funda- La película, dedicada a la madre del director, muestra
mental, ya que Carlos debe elegir los instrumentos con los los dos roles principales que ocupa la mujer en el imagina-
que cortar el cuerpo de la víctima. Al final de la película se rio católico expuestos en el desdoblamiento de Alexandra
produce una ilustrativa sustitución: en el mismo lugar (la y Nina, interpretadas por la misma actriz. Alexandra como
casa de la sierra) de este fundamental e inaugural corte al pecadora a cuyo asesinato le sucede el paso procesional de
inicio de la película —un corte sobre el cuerpo humano y una Virgen María sin rostro y Nina como una Alexandra
un corte de montaje fílmico— se produce otro corte, pero sin pecado reaparecida de entre los muertos, cuya sexuali-
esta vez sobre unos trozos de madera para calentar la casa dad se convierte en potencial función reproductiva simbo-
en la que Carlos hace el amor con Nina. Este último corte lizada en la figura de la Virgen María con la que se cierra
se mantiene en el campo visual ya que es el resultado de la la película. Esta relación entre sexualidad y reproducción
continuidad que Bataille atribuía al amor frente al primero se enfatiza con decisiones de puesta en escena y montaje
cuya función era fragmentar el cuerpo asesinado y el espa- que redundan en la idea de Bataille de la continuidad como
cio de representación de la película. Es la consecución de la amor (reproducción) y la discontinuidad como pecado (se-
continuidad del plano contra el acto del montaje, la victoria xualidad). En el espacio exterior, Carlos asesina a mujeres,
de la totalidad sobre el fragmento, de la reproducción sobre cuerpos que fragmenta en trozos de carne que se terminará
la sexualidad. El proceso de redención de Carlos se comple- comiendo. El deseo sexual reprimido de Carlos, que acaba
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Revist a de al ce s XXI Número 6 , 2024