Page 627 - Revista5
P. 627

ficadas específicas” (81). A partir de estas palabras, y consi-  medida, parece que los microtextos son un tema que re-

 derando el campo semántico descrito, puede deducirse que   quiere necesariamente del enfoque transdisciplinar, con un

 la nanofilología no sólo pone el foco sobre la microtextua-  alcance que incluya, entre otras cosas, tanto los estudios es-


 lidad, sino que también define su preferencia por una pers-  téticos de los medios de comunicación como los debates fi-

 pectiva semiótica y transmedial a partir de la cual se puede   losóficos y científicos en torno a lo humano y la máquina.

 aproximar a ella.  Viene a colación otro aspecto de la nanofilología que define

 Volviendo al texto inicial de Yvette Sánchez, este tam-  Yvette Sánchez, según el cual, la nanofilología lograría ten-

 bién se trata de una declaración de intenciones editoriales,   der “un puente desde la crítica literaria a las ciencias natu-


 hecha a contraluz de una radiografía de la época actual. Sin   rales” (14).

 apelar a ortodoxias metodológicas, Sánchez describe el li-  Como se mencionó al comienzo, en este libro hay un

 bro como un proyecto a futuro que desea iluminar y ma-  apartado de creación literaria, el cual se compone de mi-

 pear un campo de estudio que existe disgregado; así como   croficciones inéditas, las cuales se encuadran en distintos


 congregar ámbitos del saber que tradicionalmente operan   formatos artísticos. Entre estas creaciones se cuentan voces

 alejados. Una de las imágenes sugerentes que propone Sán-  consolidadas y voces nuevas de ambos lados del Atlántico.

 chez es aquella de “el flirteo constante entre el pajarillo de   Algunas de las creaciones que se dan cita en el apartado li-

 Twitter y el dinosaurio de Monterroso” (11), para hablar de   terario son: la micropoesía de Ajo, “micropoetisa, agitado-


 “el impacto mutuo entre la minificción y la digitalización”   ra, cantante y personaje de referencia en la contracultura

 (11). Esta reflexión va más allá del ámbito de las letras y las   madrileña” (404); la microficción teatral de la escritora ar-

 humanidades porque el cambio tecnológico ha trasladado el   gentina Esther Andradi; los microrrelatos del chileno Diego

 microrrelato, o el formato narrativo breve, a todos los ám-  Muñoz Valenzuela; una secuencia de aforismos de Gemma


 bitos de la vida social: “las nuevas tecnologías, tan solo por   Pellicer; los microrrelatos en catalán de Jordi Masó Raho-

 su fácil distribución, animan a producir y leer microtextos,   la, y un texto colectivo de María Gutiérrez y varias autoras,

 literalmente digitalizando y trasladando nuestra forma de   entre otras. Aun estando presente el diálogo entre los dis-

 pensar a las yemas de los dedos al deslizarlos…” (11-12).   tintos medios de producción cultural, es importante resal-


 En la sección de microformatos audiovisuales, el capítulo   tar el papel temático de la literatura en el libro, tanto en los

 “Miu Miu: micro-reflexiones estéticas en torno al tiempo y   planteamientos de sus capítulos, como en el hecho mismo

 la brevedad”, escrito por Juan Pablo Orego Berrios y Victor   del archivo literario que conforman los microrrelatos. Todo

 Souza Soares, explora el proceso estético-creativo del micro-  lo cual puede interpretarse, como cierta reivindicación de


 formato audiovisual a la luz de la pregunta “¿Brevedad es   la materialidad del libro y la escritura. Se trata de una para-

 el tiempo mismo o su relativa percepción?” (247). En gran   doja intrínseca a la necesidad de resistencia que experimen-






 626                                                                                                          627
 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
   622   623   624   625   626   627   628   629   630   631   632