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lítico y social, como el activismo político de la Plataforma   de vuelta al mundo rural y a la esfera de trabajo reproduc-

 de Afectados por la Hipoteca (PAH) o la feminización de la   tivo, no supone ni mucho menos una ruptura con el status

 política con los gobiernos municipales de izquierdas en Ma-  quo, ni una escapatoria a la lógica del capital. Antoni Maes-


 drid y Barcelona.   tre-Brotons analiza la violencia masculina en distintos es-

 Este volumen se divide en cuatro partes: “Masculinities   pacios de la Barcelona post-Olímpica en “Marking Territo-

 and Gender Dynamics in Urban Space”, “Immigration and   ry: Violence and Hypermasculinity in Ramon Térmens and

 Female Subjectivity in Urban Peripheries”, “Interior and   Carles Torra’s  Joves (2004)”, señalando, como hace Olga

 Exterior Spaces of Gender in Madrid and Barcelona”, and   Bezhanova, los deseos de total absorción, infiltración y ocu-


 “Gender and Migration in Urban Spaces”. En “Masculini-  pación del neoliberalismo en los cuerpos y los espacios (78).

 ties and Gender Dynamics in Urban Spaces”, Vinodh Venka-  En esta investigación se muestra la mutua constitución de

 tesh explora la constitución de la dialéctica espacio-género   cuerpo y espacio, como lo hace Grosz en “Bodies-Cities”

 —concretamente de la masculinidad— en “Bodies, Spac-  (83), a través de la reterritorialización del género, la clase


 es and Transitions in Alberto Rodríguez’s Grupo 7 (2012)    y la raza como ejes de desigualdad naturalizados en la jun-

 and La Isla Mínima (2014)”. Este texto muestra cómo en   gla masculina que supone el mundo neoliberal. Como en

 ambas películas de Alberto Rodríguez se negocia el género   la novela de Chirbes, en Joves, la dicotomía entre la ciudad

 junto a  —y en— la geografía espacial en la que se desarro-  y el mundo rural —así como su refracción público-privada


 llan las tramas; la Andalucía urbana y rural de los años 80 y   de género— se anula sólo para comprobar que no existe es-

 principios de los 90, con la Transición y la Exposición Uni-  capatoria a la brutalidad del sistema. No obstante, no todo

 versal como telón de fondo, deviniendo en un presente de   son sombras y “Home and Sexuality: Queering The No-

 modernidad global, crisis del capitalismo y corrupción post   tions of Parenting and Space in Cachorro (2004)” de Adrián


 2008. En “The Spaces of Patriarchy in Rafael Chirbes’s En   Gras-Velázquez, presenta el espacio privado del hogar como

 la Orilla (2013)” de Olga Bezhanova, la crisis y la corrup-  un lugar de dinamismo que al romper con la matriz he-

 ción de la industria de la construcción, como consecuen-  teronormativa —“queering/de-queering/re-queering of the

 cias inexorables de la lógica del capitalismo, desencadenan   home” (120)— se abre a posibles subversiones de la familia


 un proceso de emasculación en el protagonista de la nove-  patriarcal.

 la de Chirbes. La exclusión del trabajo remunerado, y por   La segunda parte, “Immigration and Female Subjectivity

 tanto del espacio público y urbano, relega al protagonista   and Urban Peripheries”, recoge el texto de Ana Corbalán,

 de En la Orilla a una posición de abyección, de inutilidad   “Broken Sexualities: Claiming the Right to the City in Maite


 dentro de la esfera de producción capitalista. Sin embargo,   Carranza’s El fruto del baobab (2013)”, donde se da visibili-

 este proceso de emasculación (o “feminized Other” [55]),   dad a las experiencias de mujeres inmigrantes, concretamente






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