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fin del régimen franquista y la Transición, con un presente de
crisis capitalistas y desplazamientos.
Esta colección sigue la estela de contribuciones como
Crossing through Chueca: Lesbian Literary Culture in Queer
Madrid (2011) de Jill Robbins, Spanish Spaces: Landscape,
Space, and Place in Contemporary Spanish Culture (2012) de
Ann Davies, Global Issues in Contemporary Hispanic Wom-
en’s Writings (2013) de Estrella Cibreiro y Francisca López
y Toward a Multicultural Configuration of Spain (2014) de
Ana Corbalán y Ellen Mayock, entre muchas otras, en las
que la constitución del espacio es siempre social, en su con-
texto histórico-político y, por supuesto, en su intrínseca re-
lación con el género. Un elemento importante que se pun-
tualiza en la introducción de las editoras es la noción de
interseccionalidad, introducida desde el movimiento femi-
nista negro por Kimberlé Williams Crenshaw en “Mapping
the Margins: Intersectionality, Identity Politics, and Vio-
lence against Women of Color” (1991), que se encuentra en
las aportaciones de esta colección, no sólo en relación a dis-
tintos ejes de opresión —racialización, género y clase etc.
— sino en la relación material entre estos ejes de opresión
y el espacio que constituyen. Las teorías espaciales que pre-
senta la mayor parte de estas investigaciones se apoyan en la
geografía feminista que reconfigura, y en muchas ocasiones
supera, nociones lefrebvrerianas como la práctica espacial, la
verticalidad fálica, y el derecho a la ciudad, al centrarse en las
relaciones de producción, de poder y de dominación. Entre
estas teorías destacan las aportaciones de la geógrafa femi-
nista Doreen Massey, en Space, Place, and Gender (1994),
que señala la coexistencia y, sobre todo, la dependencia de
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Revist a de al ce s XXI
esferas históricamente separadas por y para el control esta-
tal y capitalista: espacios de producción y espacios de re-
producción, lo público y privado (esta coexistencia es lo
que Haraway definiría como el ‘circuíto integrado’ en Cien-
cia, cyborgs y mujeres: la reinvención de la naturaleza (1991:
291)). Asimismo, Daphne Spain apunta en Gendered Spa-
ces (1992) a la segregación espacial como base de la desigual
distribución del conocimiento del que las mujeres podrían
hacer uso para subvertir sus condiciones de opresión. Por
último, The Sphinx in the City (1991) de Elizabeth Wilson
es un texto en múltiples ocasiones citado que, entre otras
contribuciones, teoriza sobre la percepción del intrusismo
de las mujeres en el espacio público que oprime su libertad
de movimiento y acción en las ciudades: “To be a woman in
the city is to become a prostitute —a public woman— [...]
limiting women’s access to cities curtails their knowledge
and integration within culture” (211) [Ser mujer en la ciu-
dad es convertirse en una prostituta –una mujer pública–
[...] limitar el acceso de las mujeres a las ciudades reduce
su conocimiento e integración en la cultura]. Contextuali-
zando el presente desarrollo interdisciplinar de los estudios
de género y los estudios de urbanismo, en la introducción,
Maria C. DiFrancesco y Debra J. Ochoa analizan prácticas
políticas feminizadas en un acercamiento geográfico e his-
tórico a los movimientos activistas españoles que se movili-
zan a gran escala a partir de la crisis capitalista del año 2008
y su impacto en la defensa de derechos básicos y en la ad-
ministración del espacio urbano. Con el proceso de movi-
lización ciudadana Movimiento 15-M se produce una serie
de resistencias y subversiones en las dinámicas de poder po-
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Número 5 , 2021-2023