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armónico que no implique una elección exclusiva entre la                                                                manera de perpetuar tales estructuras de dominación. De

         realización profesional y la maternidad, seguimos con unos                                                              ahí que el parentesco consanguíneo se sitúe como matriz de

         interrogantes claves. Ya no estamos en la misma situación                                                               todos los males que nos atraviesan, no sin razón. Sin embar-


         de un feminismo enfrentado a la maternidad, sin embargo,                                                                go, este consenso desactiva toda la complejidad y potencia

         el sistema resulta ser sumamente antimaternal.                                                                          emancipatoria de las fuerzas reproductivas como fuerzas vi-

                                                                                                                                 vas.

         Respuesta: Dentro de los distintos movimientos feministas,                                                                  La relación entre las fuerzas reproductivas y la unidad-he-

         a partir de coordenadas, horizontes y singularidades diver-                                                             tero-familiar-monógama o familia patriarcal, entendida ésta


         sas propias de cada una de las luchas, se está intentando ar-                                                           como unidad básica reproductiva, es el punto de arranque

         ticular la complejidad que conlleva el trabajo reproductivo                                                             de toda la trama de tutelarización del páter-estado sobre

         desde estrategias que lo vertebren como actividad humana                                                                nuestros cuerpos. Es también uno de los principales ancla-

         que hay que politizar y dotar de significados en lo real-po-                                                            jes de los procesos de macho-adaptación al constructo del

         lítico. Para ello, se necesitan estructuras de pensamiento                                                              cuerpo social del cuerpo-comunidad femenino o cuerpo social


         que posibiliten su representatividad, a partir de las distin-                                                           no-vergarizado. Este constructo identitario, a partir de unas

         tas materialidades que atraviesan a los cuerpos que asumen                                                              asignaciones y atribuciones devaluadas históricamente des-

         los trabajos reproductivos, no sujetas a las lógicas blanco-                                                            de la división sexual del trabajo, está sujeto a la negación de


         centristas-eurocentradas de tradición igualitaristas o desde                                                            identidades diversas, potencias y posibilidades de los cuer-

         posturas antinatalistas. Son, precisamente, estas posturas las                                                          pos distintos al falo-cuerpo o cuerpo-comunidad-masculino,

         que nos vuelven a oprimir y encerrar bajo mandatos desde                                                                lo cual induce a la pérdida de poder neurofísico y político,

         una supuesta superioridad moral feminista (como camino                                                                  así como a la obligatoriedad naturalizada de los trabajos de

         único), situando las articulaciones que demandamos como                                                                 cuidado hacia otros cuerpos.


         posibilidades emancipatorias erróneas, al considerar (desde                                                                 El problema es que, fuera de esas coordenadas de con-

         el igualitarismo y antinatalismo) que refuerzan el parentes-                                                            sanguineidad, parentesco y páter-estado, las cuales han sido

         co patriarcal, el cual se erige como estrategia de dominación                                                           analizadas ampliamente por Judith Butler o Luce Irigaray


         del páter-estado autoritario.                                                                                           desde los ejes de macho-adaptación, cuerpo-comunidad-fe-

             Además, estas posturas cuentan con un reforzado poder                                                               menino y cuerpo-comunidad-masculino, se localiza la posi-

         simbólico como estrategias emancipatorias legítimas. Por lo                                                             bilidad de las materialidades de los cuerpos como repre-

         tanto, se considera que el hecho de exigir la urgente ne-                                                               sentatividad posible. Las fuerzas que nos atraviesan como

         cesidad de politización y teorización de lo que atraviesa a                                                             cuerpos reproductivos posibilitan la continuidad de lo vivo,


         los cuerpos durante lo reproductivo se configura como una                                                               las cuales empujan y seguirán empujando desde nuestras






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                Revist a  de  al ce s XXI                                                                                                                                       Número  5 , 2021-2023
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