Page 437 - Revista5
P. 437

Por lo tanto, todo lo que no forma parte identitariamen-  vismo sobre sus propios cuerpos (como continuum del abu-

 te del blanco-páter-familias-trabajador queda fuera de su   so perverso de la fuerza de trabajo) (9). 8

 traducción jurídica. Además, queda fuera de la monetari-  Todo esto es posible por la existencia de un sistema de


 zación, esto es, de su traslación en dinero y derechos. Todo   sujeción donde quedan oprimidos y sujetos a la adaptación

 el trabajo asumido por el cuerpo-histórico-mujer en el espa-  a sus falo-deseos todos los cuerpos fuera de las coordena-

 cio doméstico queda, por tanto, fuera de lo legítimo. Lo   das identitarias del cuerpo-comunidad-masculino. Los con-

 doméstico se entiende, desde un enfoque patriarcal-expro-  sensos sociohistóricos aseguran que el trabajo que posibilita

 piatorio,  como  un  territorio  basado  en  obligatoriedades   la continuidad de la vida sea asumido por los c uerpos de-


 energético-atencionales, páter-centristas y negaciones per-  valuados y sumidos en las tinieblas de la violencia intragru-

 petuas. Como parte de esta trama sociojurídica que posi-  pal, desplegando prácticas de cuidado autoritario, el mismo

 bilita la continuación del extractivismo, localizamos, como   que les viene de vuelta.

 derrame por todo el aparato que vertebra al cuerpo social, la   El estado-nación se erige como un complejo sistema


 violencia estructural hacia el cuerpo-comunidad-femenino o   opresor de contención psíquica y de organización jurídi-

 cuerpo-social-no-vergarizado en el proceso de formación del   ca ninguneante que expulsa a los cuerpos maternos fuera

 estado-nación primermundista como jaula de los trabajos   de las mieles de la supuesta emancipación, desde coorde-

 maternos.   nadas de esclavitud económica-asistencial y neuro-dismi-


 Carol Pateman sitúa el origen de estas asimetrías en la   nución política, a partir de un derecho patriarcal pensado

 articulación del pacto social desde los cuerpos expropian-  para el beneficio de cuerpos que originariamente tienen po-

 do-para-ser, los cuales negociaron, a partir de una suma de   sibilidad de acumular capital, en perjuicio de los cuerpos


 fuerzas (como cuerpo-comunidad-masculino ) una supuesta   no-vergarizados. En este sentido, María Lugones nos reve-
 7
 libertad, entendida en términos de bienestar primermundis-  la otra coordenada: cómo continúa, actualmente, la con-

 ta y sin calibrar las consecuencias/exigencias del producti-  dición deshumanizante, implementada en la organización

         social extractivista, originariamente, del cuerpo-mujer-in-

         dígena. Este quedaba fuera de la condición de sujeto polí-


 7  Con cuerpo-comunidad-masculino me refiero a todos aquellos que es-  tico, esto es, fuera de la posibilidad de su ciudadanía como
 tán sujetos identitariamente a macho-lógicas productivistas y utilitaris-
 tas donde está interiorizada y normalizada la acumulación de capital a

 partir del robo sistémico del trabajo de otros cuerpos, así como la opre-  8  Uno de los anclajes responsables de las condiciones asimétricas so-

 sión hacia todos los cuerpos que no estén bajo su propia construcción   cio-laborales entre los géneros (los salarios, el acoso y la violencia sexis-
 identitaria. En estos cuerpos, toda su potencia va dirigida a reproducir   ta, la negación de los bioprocesos que atraviesan al cuerpo menstruante)
 el privilegio y reforzarlo al máximo, quedando exentos de la responsabi-  son a la vez una consecuencia directa de estos consensos macho-patriar-

 lidad de generar condiciones vivibles para otros cuerpos vivos.   cales de la páter-cultura-salarial.





 436                                                                                                          437
 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
   432   433   434   435   436   437   438   439   440   441   442