Page 291 - Revista5
P. 291

(Agirre 67). Convertida en un sujeto-objeto social donde su   delo de organización social requerido por el capitalismo para

 esposo proyecta su poder, Alice crece en vulnerabilidad e in-  producir eficientemente es diametralmente opuesto a los va-

 visibilidad. Jade/Alice tiene pocas oportunidades para reali-  lores exigidos por la crianza y el cuidado de otros.


 zarse como mujer y como madre. Sus limitadas interacciones   La maternidad individualista, tal como la denomina Ca-

 con otros acentúan sus titubeos y producen un reflejo que la   rolina del Olmo en ¿Dónde está mi tribu? es una anomalía

 narradora describe como el de un “fantasma” (130). La pre-  histórica. Las sociedades tradicionales se basaban en rela-

 sencia de Jade/Alice en sociedad está constituida por una se-  ciones de mutualidad y colaboración, en las que la “tribu” o

 rie de ausencias que agrandan su soledad. En este sentido, “la   red de apoyo de la madre contribuían a la protección y de-


 sombra del fantasma que se cernió sobre ella” cuando Alice   sarrollo de sus miembros. En el presente, la economía del

 mató a sus infantes puede considerarse una manifestación de   mercado individualiza las responsabilidades del cuidado y

 la incomunicación y desamparo que parece haber sentido en   obliga a la madre a que se organice y auto-discipline para

 su vida (130). Pero, su aislamiento y soledad no son exclusi-  cumplir con sus deberes maternos y profesionales. Si bien es


 vos de ella, ya que como explica Mary Louise Pratt:  posible que reciba ayuda contratando la labor de otras mu-

         jeres, madres migrantes con frecuencia, la madre moderna



 La incapacidad del neoliberalismo para generar pertenencia, co-  debe ser autónoma, independiente y exponer con cautela la

 lectividad y un sentido creíble de futuro produce, entre otras co-  precariedad de su posición. Desde esta perspectiva, el tabú
 sas, enormes crisis de existencia y de significados que están sien-  del infanticidio constituye una reacción explosiva que, sin

 do vividos por los no consumistas y los consumistas del mundo   embargo, corresponde a la violencia estructural que pene-

 en formas que la ideología neoliberal no puede predecir ni con-  tra la vida de Alice desde su adolescencia hasta su madurez.

 trolar. (29)
         La obra representa de modo comprehensivo los procesos in-

         tra-hogar, tal como recomienda Amaia Pérez Orozco, “vi-


 En el caso de la mujer madre, el silencio y la invisibilidad   sualizando y abordándolos como asuntos que conciernen al

 que impone el capitalismo es cada vez más violento. Para la   conjunto social, como es el caso de las relaciones de poder

 producción capitalista sólo es necesaria la fuerza de trabajo   y violencia que operan dentro de las casas, así como los re-

 diaria y generacional. La llamada economía del cuidado, un   sultados de profunda desigualdad que acarrean” (249). La


 aspecto fundamental y necesario para el mantenimiento de   presentación del hogar, la unidad socioeconómica básica,

 la vida humana, es considerada una “caja negra” que oculta   cumple una función política necesaria al señalar la escisión

 la relación entre las personas que constituyen los hogares, el   artificial entre lo público y lo privado, que en el fondo coar-

 contexto donde se gestiona y organiza el mantenimiento y el   ta la autonomía de la madre e invisibiliza la resolución del


 cuidado de las personas (Carrasco 214-15). Por eso, el mo-  dualismo capital-vida.





 290                                                                                                          291
 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
   286   287   288   289   290   291   292   293   294   295   296