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pediatría indican que mujeres vascas y españolas, de modo En la novela, la escritora problematiza el trabajo invisi-
similar a aquellas en países anglosajones, obtienen informa- bilizado de las madres y señala maneras varias de analizar
ción básica de sus matronas, pero quieren que sus familias las labores que ella misma cumple como madre. El discur-
estén más involucradas y que haya mayor interacción con so narrativo insiste en situar y corporalizar las dinámicas de
otras mujeres. Después de ser apoyadas por el profesional de las responsabilidades materiales de la maternidad: amaman-
referencia, las “mujeres demandan mayor acompañamiento tar, alimentar, entretener y poner el bebé a dormir, llevarle a
después del nacimiento”, porque “independientemente de la guardería, coordinar citas médicas. Estas actividades, la
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su nivel socioeconómico, viven durante el embarazo, el par- mayoría de ellas todavía a su cargo, representan la desigual-
to y el posparto, momentos de verdadera ansiedad y angus- dad cotidiana del cuidado, al mismo tiempo que demues-
tia” (Paz Pascual et al. 6). En la novela, carente de modelos, tran el trabajo emocional y social que hacen las madres.
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ni femeninos ni cercanos, Alice confronta sola las crisis ma- La falta de corresponsabilidad, o distribución desigual en-
ternas. tre hombres y mujeres en los procesos de los cuidados fami-
Además de la experiencia subjetiva de la maternidad pre- liares implica asimismo una crítica de los servicios y pres-
sentada por las historias de Jade/Alice y la escritora, quien taciones limitadas del estado de bienestar que los reducen
cuestiona estereotipos sobre “buenas y malas madres”, y los cada vez más, blandiendo una retórica que impone la ne-
retos y costos que ser madre tiene sobre varios aspectos de la cesidad de responsabilizar a los individuos de su situación
identidad de la mujer, la novela critica el discurso de género
que mantiene una desigualdad de poder a favor del orden 7 Considero que el enfoque del discurso narrativo en este tipo de deta-
patriarcal. La maternidad es una construcción social sobre lles y responsabilidades de la madre con el hijo constituye un ejemplo
la que se han establecido los fundamentos de naciones-esta- iluminador de la “localización” de las prácticas maternales que presenta
Katixa Agirre en la novela. Aquí me baso en la definición de Braidotti,
do. En décadas recientes, analistas feministas han destacado “La política de la localización significa que el pensamiento, el proceso
la invisibilización del trabajo reproductivo y emocional, so- teórico no es abstracto, universalizado, objetivo ni indiferente, sino que
bre el cual, sin embargo, se basan la acumulación del capital está situado en la contingencia de la propia experiencia y, como tal, es
y la reproducción material, social y simbólica de las socieda- un ejercicio necesariamente parcial. En otras palabras, la propia visión
intelectual no es una actividad mental desincardinada; antes bien, se ha-
des modernas (Cristina Cielo et al. 159-60). La economía lla estrechamente vinculada con el lugar de la propia enunciación, vale
feminista llama la atención a la división artificial entre pro- decir, desde donde uno realmente está hablando” (15).
ducción y reproducción, apuntando que la reproducción de 8 La novela examina en detalle los problemas de la conciliación familiar
las familias y sus comunidades son necesarias para la pro- a través de las descripciones de la situación laboral de las dos parejas pro-
ductividad económica a pesar de ser desvalorizadas (Gil y tagonistas. Véase el artículo de Martínez Quintana para un análisis de
los ámbitos sociales y económicos que dificultan la mejora de las condi-
Pérez Orozco). ciones de conciliación.
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023