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tan valiosos como el humanismo, la subjetividad o la hon-  Así es como la obra de Javier Moreno refleja el diálogo

 dura”. Y es que Alma, precisamente, rescata los deshechos,   con la tecnología, en concreto con el terreno de la imagen

 es decir, las anécdotas, detalles y discurrir de conciencia de   digital y con la ciencia. Podríamos decir que el suyo es un

 una autoficción en la que se presencia una vez más el jue-  pensamiento de cariz morfológico que busca “des-idealizar”

 go heteronímico, la máscara de su (autobautizado) Hautor.   la imagen e insertarla en una ecología visual de prácticas

 Nos preguntamos, ¿acaso la máscara no oculta siempre lo   matérico-discursivas, contribuyendo con ello al proyecto de

 profundo?   articular tal filosofía de la ciencia para el siglo XXI.


 En un juego de reencarnaciones sucesivas de máscaras

 (Eduardo-María-Hautor), imágenes y objetos, Alma recu-

 pera el juego metafórico e infinito de las semejanzas que   4. Materialidades sonoras (Óscar Curieses y AMC313)

 Javier Moreno ya desarrollaba en su poética, transitando

 siempre por la dimensión matérica y su devenir, y ahondan-  Si en Cortes Publicitarios la poesía halla su cumplimento (su

 do en dichos procesos de materialización, tanto en la esfera   promesa) en la versión de la animación digital del libro, en

 de lo físico como en la de lo metafísico (pero aún sometido   la poesía sonora de Óscar Curieses la tendencia es hacia un

 a las leyes de la física y la reproductibilidad). De ahí que en   ruido, un sonido. Ya el título del poemario que antologa al-

 el archivo de María, en la obra, existan imágenes escanea-  gunos de sus poemas más denodadamente experimentales,


 das de la muerte (el cadáver de su hámster) o la obsesión de   Hay una jaula en cada pájaro (fig. 5), nos presenta al pájaro,

 Eduardo por los objetos “que fueron y que ya no son o que   símbolo de la poesía del silencio de Valente, encerrado en

 perduran apenas al borde de la desaparición. Los dibujos   su propia jaula, ¿metáfora ésta del ser, del poeta, encerrado

 en el Telescketsch o las latas de fabada caducada, por ejem-  en la materialidad de su palabra?

 plo” (Moreno, Alma 18). Alma se articula precisamente en   De este modo, si en la obra de Moreno podríamos hablar

 el punto crucial en donde A deviene B, de nuevo aquel ma-  del concepto de la “no-fotografía” (Laruelle), en la obra so-
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 terialismo aleatorio que apuntaba en relación a la obra de   nora de Curieses, hallaríamos la “no-musicología”  como


 Agustín Fernández Mallo, pero quizás en sentido inverso:   operación estética descentralizadora homóloga de la musi-

 si el primero anuncia una trascendencia de lo banal, qui-  cología clásica (la voz humana, el ritmo o la métrica) y la

 zás el impulso básico de la obra de Moreno sea la materia-  consiguiente entrada en diálogo poético-filosófico y sono-

 lización de lo transcendente, impulso que se revela cuando   ro con el silencio, el ruidismo y la ruptura de los patrones

 leemos: “Me gustaría asistir al momento de la resurrección,   métricos. Poemas cuyo soporte visual ya nos anuncian un

 ver cómo los átomos se arraciman en partículas que se acu-

 mulan hasta componer los miembros que se juntan a su vez


 para completar los cuerpos originales” (Moreno, Alma 11).  16  Concepto desarrollado, entre otros, por Jarrod Fowler: <http://non-
        musicology.blogspot.com/>.





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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