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plejidad de su estado dual”; Ceccheto 34). Hacedores am-  En el último encuentro con el autor en Torino en la con-

 bos abocados a perderse en su creación, así como leemos en   ferencia ¿Hacia un reencantamiento? Nuevas tecnologías, nue-

 El Hacedor original y en este “Borges y yo” de Fernández   vas formas de saber, este realizó una película spam con su

 Mallo:   Ipod, otro reenactment, pero esta vez del paseo de Nietzsche

         (el otro gran filósofo materialista y vitalista del siglo XIX)
 Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitiva-  hacia la mudez. Saliendo desde la casa del filósofo y enca-

 mente, y solo algún instante de mí podrá sobrevivir en   minado hacia la plaza del Resurgimiento, donde el filóso-

 él. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque le consta

 mi perversa costumbre de falsear y magnificar. No le im-  fo diría sus últimas palabras abrazado a un caballo, la pelí-

 porta. Spinoza entendió que todas las cosas quieren per-  cula, resultado del azar y la contingencia, materializa aquel
 severar en su ser; la piedra eternamente quiere ser pie-  silencio o trascendencia de lo inmanente, que nos deja

 dra; un tigre, un tigre; un isótopo, un isótopo. Yo me he   igualmente afásicos:  http://blogs.alfaguara.com/fernan-

 de quedar en Borges, no en mí [si es que alguien soy], y   dezmallo/2013/05/25/el-paseo-de-nietzsche/
 me reconozco más en sus libros que en el juego de mis

 propias interpretaciones. (Borges 60; Fernández Mallo

 “El Hacedor” 128-129)  3. Hacia un realismo de la imagen - Javier Moreno



         Mientras la poética de Agustín Fernández Mallo apuesta
 Apropiándose y desapropiándose, articulando una eco-  por una filosofía de la naturaleza que anuncia tal trascen-

 logía de afectos interobjetiva, ingresando en un devenir de   dencia de lo inmanente, la de Javier Moreno, poeta y ma-

 formas y agencias, la poética de Fernández Mallo se inscri-  temático, también continúa el diálogo entre inmanencia y

 biría en la corriente filosófica materialista y no cartesiana   metafísica, pero podría decirse que en sentido inverso: la

 que comienza con Epicuro, atraviesa la obra de Spinoza y   de una materialización de lo trascendente que opera, sobre

 llega a Wittgenstein. Materialismo este de cariz aleatorio,   todo, en el terreno de la imagen. Y es que quizás la obra de


 relacional, que enfatiza cuestiones de conciencia de lo in-  Javier Moreno sea una de las que más ha dilucidado filosó-

 orgánico, contingencia y azar… y en donde “la Historia   fica y poéticamente en la literatura peninsular sobre la teo-

 emerge como una transformación continua y provisional de   ría de la imagen contemporánea y digital. El autor busca así

 formas a través de nuevos hechos, indescifrables y no anti-  en varios lugares de su obra deslindar la imagen de su corre-

 cipados” (Coole and Frost). De nuevo, la afinidad con los   lación idealista con el mundo (“la imagen de la realidad”)

 sistemas complejos: relacionalidad, caos y flujo informati-  para reforzar su propia materialidad (“la realidad de la ima-

 vo. Nos preguntamos, pues, ¿anuncia Fernández Mallo con   gen”).  Ya los versos del poema que abre el libro Cortes Pu-
                   10

 su obra, ya no la muerte barthianamente postmoderna del

 autor, sino el embodiment de este en la propia práctica ma-  10  El filosófo francés Francois Laruelle desarrolla esta teoría en su pro-

 terio-discursiva, una de cariz caótico, emergente y azaroso?   puesta de la No-Fotografía.




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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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