Page 335 - Revista3
P. 335
plejidad de su estado dual”; Ceccheto 34). Hacedores am- En el último encuentro con el autor en Torino en la con-
bos abocados a perderse en su creación, así como leemos en ferencia ¿Hacia un reencantamiento? Nuevas tecnologías, nue-
El Hacedor original y en este “Borges y yo” de Fernández vas formas de saber, este realizó una película spam con su
Mallo: Ipod, otro reenactment, pero esta vez del paseo de Nietzsche
(el otro gran filósofo materialista y vitalista del siglo XIX)
Por lo demás, yo estoy destinado a perderme, definitiva- hacia la mudez. Saliendo desde la casa del filósofo y enca-
mente, y solo algún instante de mí podrá sobrevivir en minado hacia la plaza del Resurgimiento, donde el filóso-
él. Poco a poco voy cediéndole todo, aunque le consta
mi perversa costumbre de falsear y magnificar. No le im- fo diría sus últimas palabras abrazado a un caballo, la pelí-
porta. Spinoza entendió que todas las cosas quieren per- cula, resultado del azar y la contingencia, materializa aquel
severar en su ser; la piedra eternamente quiere ser pie- silencio o trascendencia de lo inmanente, que nos deja
dra; un tigre, un tigre; un isótopo, un isótopo. Yo me he igualmente afásicos: http://blogs.alfaguara.com/fernan-
de quedar en Borges, no en mí [si es que alguien soy], y dezmallo/2013/05/25/el-paseo-de-nietzsche/
me reconozco más en sus libros que en el juego de mis
propias interpretaciones. (Borges 60; Fernández Mallo
“El Hacedor” 128-129) 3. Hacia un realismo de la imagen - Javier Moreno
Mientras la poética de Agustín Fernández Mallo apuesta
Apropiándose y desapropiándose, articulando una eco- por una filosofía de la naturaleza que anuncia tal trascen-
logía de afectos interobjetiva, ingresando en un devenir de dencia de lo inmanente, la de Javier Moreno, poeta y ma-
formas y agencias, la poética de Fernández Mallo se inscri- temático, también continúa el diálogo entre inmanencia y
biría en la corriente filosófica materialista y no cartesiana metafísica, pero podría decirse que en sentido inverso: la
que comienza con Epicuro, atraviesa la obra de Spinoza y de una materialización de lo trascendente que opera, sobre
llega a Wittgenstein. Materialismo este de cariz aleatorio, todo, en el terreno de la imagen. Y es que quizás la obra de
relacional, que enfatiza cuestiones de conciencia de lo in- Javier Moreno sea una de las que más ha dilucidado filosó-
orgánico, contingencia y azar… y en donde “la Historia fica y poéticamente en la literatura peninsular sobre la teo-
emerge como una transformación continua y provisional de ría de la imagen contemporánea y digital. El autor busca así
formas a través de nuevos hechos, indescifrables y no anti- en varios lugares de su obra deslindar la imagen de su corre-
cipados” (Coole and Frost). De nuevo, la afinidad con los lación idealista con el mundo (“la imagen de la realidad”)
sistemas complejos: relacionalidad, caos y flujo informati- para reforzar su propia materialidad (“la realidad de la ima-
vo. Nos preguntamos, pues, ¿anuncia Fernández Mallo con gen”). Ya los versos del poema que abre el libro Cortes Pu-
10
su obra, ya no la muerte barthianamente postmoderna del
autor, sino el embodiment de este en la propia práctica ma- 10 El filosófo francés Francois Laruelle desarrolla esta teoría en su pro-
terio-discursiva, una de cariz caótico, emergente y azaroso? puesta de la No-Fotografía.
334 335
Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017