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incluyen, sin lugar a dudas, el factor racial. Este hecho se Estas “múltiples desigualdades” se traducen en una falta
problematiza ya que las mujeres, debido a los roles de géne- de oportunidades para obtener estabilidad socioeconómi-
ro construidos socialmente y heredados, han experimenta- ca, lo que ha resultado en el traslado masivo de cientos de
do y siguen experimentando hoy en día procesos (post) co- miles de mujeres andinas, no solamente a las grandes ciu-
loniales que han tomado diferentes formas. Con respecto dades de sus respectivos países, sino también al extranjero,
a esta intersección de raza y género Anne McClintock co- siendo España, como ya se ha mencionado, uno de los prin-
menta: “[Gender] is not simply a question of sexuality but cipales destinos migratorios. Para estas personas, la inmi-
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also a question of subdued labor and imperial plunder; race gración no ha sido una opción, sino el único camino para
is not simply a question of skin color but also a question “seek other opportunities and to break away from oppres-
of labor power, cross-hatched by gender” (“[El género] no sive local conditions caused by globalization” (“buscar otras
es simplemente una cuestión de sexualidad sino también oportunidades y liberarse de condiciones locales opresivas
de trabajo subyugado y saqueo imperial; la raza no es sim- causadas por la globalización”; Kempadoo 17). Una globa-
plemente una cuestión de color de piel, sino también una lización que va de la mano con los sistemas capitalistas, lo
cuestión de fuerza de trabajo conectada mediante el géne- que explica que el auge migratorio peruano coincidiera con
ro; 5). Asimismo, los factores de raza y género en los Andes, un periodo histórico caracterizado por reformas económi-
sumados a la marcada jerarquización de clases sociales en cas neoliberales que afectaron directamente el bienestar de
la región, están estrechamente conectados con la reproduc- millones de peruanos y que no vieron otra opción más que
ción del poder. Esta perversa interacción de relaciones de abandonar el país (Berg 125).
poder es precisamente lo que Kimberlé Williams Crenshaw Ésta es tal vez la razón por la que Evelyn abre con una
perseguía sacar a la luz con su influyente concepto de “In- escena en la que se está preparando pan, el cual funciona
terseccionalidad”. De acuerdo con Raquel Platero Mén- como un símbolo que representa la razón principal por la
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dez, España muy recientemente ha entrado en diálogos que
incorporan conceptos como el de “Interseccionalidad” que 5 Teófilo Altamirano, en su obra Migración-El Fenómeno del Siglo. Perua-
incluyen el estudio y tratamiento de “múltiples desigualda- nos en Europa, Japón y Australia (1996), aclara que la inmigración perua-
des” (35-36). na a España empezó en la década de los sesenta cuando un gran núme-
ro de latinoamericanos emigraron para estudiar medicina y derecho en
universidades españolas. Sin embargo, Suzanne Oboler señala que para
finales de la década de los noventa “abandoning the homeland was no
4 Este concepto de Interseccionalidad pone a la luz la complejidad de las longer limited to those who could afford it; rather it came to be seen as
relaciones de poder donde raza, género y otros elementos juegan un pa- a logical solution by anyone and everyone who could find the means for
pel determinante, ya que estereotipos perjudiciales basados en los men- doing so” (“abandonar la tierra natal no se limitaba a aquéllos que se lo
cionados factores han sido producidos para construir un “Otro” por podían costear; sino que se convirtió en una solución lógica para cual-
parte de un ente hegemónico. quiera que pudiese encontrar la forma de hacerlo; 49-50).
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017