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lationships of control that govern the production of lands-
cape [. . . ] The illusion of landscape is a seamless zone of
pleasure” (105 su cursiva).
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En el caso de Barcelona, es ya muy conocida la historia
reciente acerca de cómo la ciudad se convirtió tanto en un
marco empresarial de la masificación turística como en un
modelo internacional de planificación urbana. Es preciso
volver brevemente sobre esta historia, debido a que se trata
de algo íntimamente conectado con #fP. Desde el año 1986,
cuando la ciudad fue designada como sede de las Olimpia-
das del 1992, el Ajuntament y la Generalitat cambiaron de
clientela. Al igual que muchas ciudades occidentales en los
años 80, Barcelona dio un primer paso hacia una política de
gestión urbana neoliberal: pasó de estar al servicio de los ha-
bitantes a estar bajo el control de los grandes inversores del
capital (Merrifield xii, Balibrea 190-198). En el caso bar-
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celonés, se les concedió el poder a los políticos, “starchitects”
(arquitectos de marca), empresas inmobiliarias, compañías
nacionales de construcción, inversores extranjeros y multi-
nacionales, quienes transformaron Barcelona para vender
10 Mi traducción: “el propósito del paisaje [. . .] suele consistir precisa-
mente en enmascarar las relaciones de control que gobiernan la produc-
ción del paisaje [. . .] La ilusión del paisaje es una zona de placeres sin in-
terrupciones”. Para Mitchell, el “paisaje” es el espacio neoliberal, urbano
y suburbano.
11 De The New Urban Question (2014) de Andy Merrifield “And so it
passed that rather than ideologically and materially sponsor people, the
state began to ideologically and materially sponsor capital, especially fi-
nancial and merchant capital” (“Sucede entonces que en vez de patroci-
nar al pueblo, el estado empezó a patrocinar al capital, especialmente al
capital financiero y de mercancía” [mi traducción]; xii).
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Revist a de alces XXI
la ciudad al mejor postor. Es decir, a la manera del “disposi-
tif” (“dispositivo”) de Foucault o del concepto de “policía”
de Rancière, una red diversa de acciones de distinta índole
terminó por controlar y regular tanto la ciudad y su espacio
público como la imagen, el uso, la distribución y el conoci-
miento de ambos.
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Una de las consecuencias más negativas de las acciones
neoliberales ha sido la gentrificación. Este proceso ha su-
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puesto, y continúa suponiendo, una alteración histórica de
cada barrio, además de una mutación del componente so-
cial e identitario de sus habitantes. Los barrios donde ocu-
rren #fP han sido dramáticamente afectados por los derri-
bos y el desplazamiento de su población autóctona a causa
del turismo de masas. La plaza de Salvador Seguí, por ejem-
plo, la cual “está vigilada las 24 horas del día”, era el cen-
tro de la prostitución y de la economía “irregular” en el cas-
co antiguo. En la última década, su población (de la cual el
56% es extranjera ) ha visto caer varios bloques enteros de
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12 Foucault elabora su concepto de “dispositif” en la entrevista “The Con-
fession of the Flesh” en Power/Knowledge y Rancière su concepto de
“policía” en El desacuerdo. (Giorgio Agamben continúa con el concepto
teórico de dispositif policía en su libro ¿Qué es un dispositivo? http://ayp.
unia.es/r08/IMG/pdf/agamben-dispositivo.pdf).
13 La gentrificación es el proceso de derribar edificios (normalmente del
siglo XVIII y XIX) pertenecientes a la clase baja o medio-baja y/o en zo-
nas de conflicto social para construir nuevos bloques (hoteles, viviendas,
pisos turísticos) a precios más altos. A veces se alude a la gentrificación
con eufemismos como “regeneración urbana” y “revitalización urbana”.
El término es originario del libro London: Aspects of Change (1964) de la
socióloga Ruth Glass.
14 La población extranjera de Ciutat Vella en el año 2012 era de un 56%.
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Número 2 , 2014-2015