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su lugar tradicional del hogar para entrar en el mundo pro-  A medida que un número considerable de mujeres ha

 fesional (2007, 28-31). Galán Fajardo establece un víncu-  tomado parte activa en la creación literaria, se ha am-

 lo entre la realidad y la televisión, atribuyendo el nuevo pa-  pliado notablemente la gama de personajes femeninos.
                            Las mujeres han empezado a presentarse como sujetos
 norama de la televisión a los cambios sociales que la mujer   de su propio devenir, con anhelos, empeños y preocupa-

 ha experimentado en la sociedad (25). Cita el artículo 35.1   ciones no limitados a lo maternal o amoroso […]. (13)

 de la Constitución, “Todos los españoles tienen el deber de

 trabajar y el derecho al trabajo, a la libre elección de profe-


 sión u oficio, a la promoción a través del trabajo y a una re-  Siguiendo esta línea de pensamiento, veremos la creación de

 muneración suficiente para satisfacer sus necesidades y las   una protagonista que rompe con los patrones patriarcales.

 de su familia, sin que en ningún caso pueda hacerse discri-  El tiempo entre costuras relata la historia de una mujer ficti-

 minación por razón de sexo”, como ejemplo de elemento   cia desde su juventud hasta la edad adulta pasando por las

 impulsor. Cuando consideramos que El tiempo entre costu-  múltiples peripecias que encuentra en el camino. Sira Qui-

 ras se trata de una serie de prime-time —es decir, está he-  roga, hija de modista, nace en Madrid en 1911 donde reci-

 cha para todos los públicos— comprendemos la amplitud   be una formación típica de la época: es aprendiz en el taller


 de su alcance (Sánchez Aranda 18). También se ha afirma-  donde trabaja su madre. A los veinte años Sira decide que

 do que las series de prime-time contienen un mensaje social   quiere algo diferente. Rechazando los consejos de su madre,

 para toda la familia (Danesi 148). Asimismo, tratándose de   deja a su novio y se va con un amante al exótico y apartado

 una mini-serie, el mensaje social se repite durante once se-  mundo marroquí. Ahí es abandonada por su amante y tiene

 manas. La repetición de un mensaje o una imagen lleva a su   que defenderse para sobrevivir sola, ya que España ha en-

 normalización, y por consiguiente, la impresión del men-  trado en guerra y no puede volver a casa. Después de supe-

 saje proyectada en El tiempo entre costuras se consolida en   rar muchos obstáculos personales y profesionales, de mon-

 la mente receptora. Teniendo en cuenta los efectos que un   tar su propio taller de alta costura, de hacer las paces en sus

 programa de televisión tiene sobre su público, en este caso   relaciones familiares y de entablar grandes amistades, vuelve


 muy amplio, nos interesa la imagen de la mujer y su corres-  a Madrid al principio de los años 40. Ahí sigue trabajando

 pondiente mensaje social no sólo en términos de lo que re-  como espía y acepta misiones cada vez más peligrosas, as-

 flejan sobre la sociedad, sino también en términos del mo-  cendiendo en los rangos.

 delo que promueven, consciente o inconscientemente.   Los años en los que se desenvuelve Sira son años turbu-

 Observamos que no solo es una novela escrita por una   lentos para el país y limitantes para la mujer; sin embargo,

 mujer, sino que también es llevada a la pequeña pantalla   esto representa para ella más una oportunidad para realizar-

 por un equipo creativo y otro técnico en los que figuran   se que un obstáculo, lo que difiere de la situación real de las


 tanto mujeres como hombres. Laura Freixas afirma que  mujeres de aquellos años. En este sentido, la obra coincide






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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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