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tiempo y dar a ver con cierta distancia la realidad contem- El otro, Juan Ramón Mora (1967), dibujante catalán
poránea. El primero, Andrés Rábago (1947), bajo el seudó- afincado en Andalucía, explica en su blog haberse decanta-
nimo de OPS, fue uno de los más atrevidos contestatarios do por la autopublicación en línea. Asimismo colabora con
de la política de los últimos años del franquismo, con un es- numerosos periódicos digitales, algunos marcadamente de
tilo surrealista y oscuro, emocional y simbólico, por haber izquierdas.
optado por prescindir de textos en un contexto de censura He seleccionado dos series de dibujos ordenados de ma-
de Estado. Supo conservar, a pesar de haberse convertido nera cronológica o espacial: el libro Viñetas para una crisis
prácticamente en una institución con su publicación coti- de El Roto, publicado por primera vez en 2011, y el chiste
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diana en El País bajo el nombre de El Roto, su capacidad de gráfico diario, encabezado por un título, de J. R. Mora en
indignación y de predicción: “pertenece a la estirpe, descrita el periódico digital La información (http://humor.lainfor-
por Walter Benjamin, de ‘avisadores del fuego’, es decir, de macion.com) entre el 1 de enero de 2012 y el 13 de enero
quienes alertan de la catástrofe hacia la que corremos”, se- del 2013, fecha en la que se acabó la colaboración. Me pro-
gún el diagnóstico de Reyes Mate. El filósofo subraya tam- pongo sacar algunos de los chistes gráficos menos circuns-
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bién el papel de primer plano que la obra de El Roto ha ido tanciales de este corpus, centrado en la actualidad de estos
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cobrando al calor de los movimientos ciudadanos de estos tres últimos años, los cuales me han permitido observar es-
últimos años: trategias y motivos retóricos, redes de sentidos y recursos sa-
tíricos recurrentes.
Si El Roto ya ocupaba un lugar preferente en la galería de dibu-
jantes satíricos, su prestigio ha ganado algunos enteros más con Dentro de las modalidades de las viñetas humorísticas
la crisis económica que nos anega desde hace cuatro años. Se vio definidas por Manuel Barrero, estas viñetas se sitúan siem-
claro en el Movimiento del 15 M (también conocido como Mo- pre en la categoría del “chiste político”, basado en un aba-
vimiento de los indignados) que se apoderó, en mayo del 2011, nico de figuras retóricas (gráficas, lingüísticas, conceptuales,
de la Puerta del Sol de Madrid y de otras ciudades dentro y fue- muchas veces fundamentadas en la tensión entre dibujo y
ra de España. Muchas de sus viñetas se elevaron por encima de
la multitud en forma de pancartas y muchos de los eslóganes del texto) que procuran despertar en el lectoespectador una re-
citado movimiento parecen tomados del acerbo de El Roto, por acción crítica. A veces se combinan con categorías (humor
ejemplo, “Tu botín, mi crisis” o “Si no nos dejáis soñar, no os negro, surrealista, testimonial) que exigen una respuesta es-
dejaremos dormir”.
7 Algunos de esos dibujos fueron publicados previamente en El País, lo
que explica la presencia de dirección de correo electrónico de El Roto en
6 Mi agradecimiento a Reyes Mate por haberme proporcionado la ver- El País en algunas de las reproducciones.
sión original, en castellano, de su texto publicado en traducción france- 8 Citaré, a falta de poder reproducir todas las viñetas con el número de
sa. la página para El Roto, y la fecha de publicación en línea para Mora.
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013