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formación, atribuye a la televisión, a las órdenes del poder alrededor de una copas (El Roto 36) o se dirigen a las ma-
político, la aptitud para embelesar al espectador y amorda- sas desde una postura autoritaria que excluye cualquier po-
zar cualquier pensamiento crítico: es lo que significa en sus sibilidad de intercambio. Aparecen como estafadores (“Es
dibujos la aparición de la antena madrileña de televisión y necesario recuperar la confianza de la gente en los estafado-
de radio Torrespaña (popularmente conocida como El Pi- res”, El Roto 78), delincuentes y hasta criminales. Se carac-
rulí), de maniquíes o robots que repiten mensajes pregraba- terizan por tres atributos principales. El primero, en la obra
dos (23/04/12, 28/06/12, 29/06/12). En cuanto a El Roto, de El Roto, es una sonrisa que nos parece proceder directa-
recela de todo tipo de pantalla (¿abismo generacional?) y mente de la historieta de OPS cuya demostración se basaba
del poder de las imágenes catódicas o digitales con las que en una ilusión de óptica (imagen doble tal como las afec-
quiere competir y de las que busca romper el hechizo: “Y cionaba Dalí): “la sonrisa como atributo del poder” [fig. 2].
aunque la intensa luz radiactiva de los paneles de la Bolsa, el
brillo irritante de las pantallas del ordenador o el parpadeo
luminoso de los móviles de última generación nos hayan
cegado parcialmente, puede que aún nos quede en las reti-
nas sensibilidad suficiente como para poder observar unas
imágenes que, reforzadas por la tinta negra del rotulador,
provoquen en nuestras mentes las respuestas necesarias para
liberarnos de ellas y exponer a través de la palabra y la ac-
ción lo que pensamos y sentimos” (Viñetas 4).
Pero las viñetas que más nos interesan para este mono-
gráfico son las que ponen directamente en tela de juicio
la compatibilidad entre el capitalismo tal como se practi-
ca hoy día y el ejercicio del poder por el pueblo. En la ma-
yor parte de ellas, el personaje focalizado es un poderoso y
la meta de la sátira es su retórica manipuladora. Muy a me-
nudo, no se distinguen empresarios, banqueros, accionis-
tas y políticos: todos enarbolan los accesorios tradicionales
y masculinos del poder en las caricaturas (traje, reloj, puro:
en el dibujo “Justicia” de Mora, en un uso metonímico, la
ceniza del puro pesa demasiado en la balanza de la justicia,
22/11/12) no trabajan, charlan entre ellos con secretismo Fig. 2 OPS
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013