Page 410 - Revista6
P. 410

El control del poder central era extenso, para mantener la                                                              silencio profundo, según rezan las acotaciones de la última

         jerarquía. Entonces, se puede entender y contextualizar la                                                              escena de la obra, Bulgákov escucha en su mente la voz de

         actitud de vasallo de Bulgákov ante Stalin, y sobre todo su                                                             Stalin y se imagina lo que éste le diría para encontrar una so-


         deseo de querer complacerlo mediante la carta perfecta, y                                                               lución a la censura: “Paciencia, Misha, muy pronto la gen-

         no rebelarse completamente contra él. En Rusia, los acuer-                                                              te volverá a quererte” (258). El trato íntimo de Stalin para

         dos informales y las conexiones cuentan mucho más que los                                                               Bulgákov al llamarlo por un diminutivo — “Misha” — de

         contratos legales: “in the absence of trust, people rely most                                                           su nombre Mijaíl, es similar a cuando el escritor se había

         of all on family, old friends, or longtime associates” (Weiss,                                                          dirigido a Stalin de manera informal, solo por su nombre y


         49). Este sistema operativo de la sociedad rusa durante mi-                                                             patronímico — “Iósif Vissarionóvich” —. Dándose cuen-

         lenios de su historia también explica la actitud despecti-                                                              ta de su postura de “hereje” desde la cual puede hacer arte

         va de la gente ante Bulgákov: “Por toda la ciudad, todo el                                                              “verdadero” y no literatura para envolver “la pastilla de ja-

         mundo me mira como si estuviese casada con el mismísimo                                                                 bón”, Bulgákov asume seguir siendo el defensor del pueblo,


         demonio. Eso es obra de Stalin. Que todos escupan el suelo                                                              mártir por voluntad propia, a través de su escritura conde-

         que piso, eso se lo debes a Stalin” (239) exclama Bulgáko-                                                              nada (257).

         va, al comprobar que ninguno de sus compañeros o amigos                                                                     En suma, Stalin opera como interlocutor y censor, ins-

         de antaño lo quiere ayudar ahora, ya que se ha vuelto en un                                                             pirando y a la vez frustrando la palabra, llevando a Bul-


         paria y asociarse con él sería peligroso al no ser un escritor                                                          gákov por un camino retorcido hacia la creatividad. Alego-

         aprobado por el poder central.                                                                                          ría del demonio como autoconciencia creativa, es un alter

             Cartas de amor a Stalin acaba con un silencio similar, con                                                          ego del protagonista. La obra ubica el lenguaje entre el po-

         Bulgákov callado y sumergido en la creación —así se sugie-                                                              der y la resistencia creadora y cuestiona su función política:


         re en la obra— de Maestro y Margarita. De la composición                                                                ¿es la palabra capaz de otorgarnos poder de comunicación

         de cartas se encarga ahora Stalin. El silencio es síntoma de                                                            sin aniquilarnos cuando adquiere forma física? ¿Nos somete

         creatividad. Transformado, según confiesa, tras haber leído                                                             el acto comunicativo a un proceso creativo que da forma a

         la “última carta” de su “verdadero amigo Misha”, Stalin ad-                                                             algo más que palabras? ¿Son nuestras propias palabras apa-


         mira y respeta profundamente a Bulgákov: “En unos tiem-                                                                 ratos de autodestrucción?

         pos en que una palabra te puede costar la vida, tú siempre                                                                  En la colección de ensayos Elipses (2016), Juan Mayorga

         dices lo que piensas” (257-58). Solo acompañado por un                                                                  se plantea una vez más el hecho intertextual. Al preguntarse

                                                                                                                                 por el origen de sus propias palabras, resalta la idea de la car-


                                                                                                                                 ga política del acto de escritura: “¿Quién escribe realmente
         cillas realizadas en pequeñas aldeas del círculo polar ártico se registraban

         y aprobaban en Moscú”; mi trad.; cit. en Weiss, 76).                                                                    mis palabras? ¿Quién elige los temas sobre los que escribo,





      410                                                                                                                                                                                                                             411
                Revist a  de  al ce s XXI                                                                                                                                                     Número  6 , 2024
   405   406   407   408   409   410   411   412   413   414   415