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més just indicar que Gallecs és com una franja de camp ro-  un antiguo núcleo rural llamado Gallecs, a unos 20 kilómetros

 dejada per zones urbanes i industrials” (“De hecho, quizá   de Barcelona. (19) 

 fuera más justo indicar que Gallecs es como una franja de


 campo rodeada por zonas urbanas e industriales”; mi trad.;

 “El nou” 139). Esta definición es muy gráfica, y permite   Como explica Subirós, la administración franquista consi-

 comprender el espacio donde transcurre la película, a la vez   guió expropiar “las más de mil quinientas hectáreas de tie-

 que brinda elementos útiles para entender mejor a los pro-  rra rústica donde iba a edificarse la nueva urbe” (20). Pero,

 tagonistas.  afortunadamente para el destino de Gallecs, los años seten-


 De manera similar caracteriza el guionista y productor   ta estuvieron marcados por una gran crisis energética, eco-

 barcelonés Pau Subirós en El productor accidental (2015) al   nómica y política, que llevó el proyecto a un estancamiento

 espacio que se retrata en el documental. Subirós describe en   permanente (20). También hubo otro factor fundamental

 su libro, que es a la vez un anecdotario y un diario de fil-  para entender ese espacio como una alegoría identitaria: “la


 mación, el camino que lo llevó a ser productor ejecutivo del   resistencia tenaz de los vecinos y de mucha otra gente que

 documental La plaga (2013). Subirós ofrece pistas sobre el   se solidarizó con la causa —una lucha que, con altibajos, ha

 proceso de creación del filme, y explica los varios pasos que   continuado hasta hoy— acabó por liquidar un plan que ago-

 debió enfrentar la producción del mismo. Además, subra-  nizaba por inanición, y la ciudad nunca llegó a construirse”


 ya la historia de ese núcleo rural y paraje natural del Vallés   (20). Si bien los terrenos fueron comprados por el Estado,
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 Oriental, centrándose en el plan de la administración fran-  sus antiguos propietarios no abandonaron ni su masia  ni

 quista, a finales de los años sesenta, volcado en hacer nego-  dejaron de cultivar la tierra. Algunos agricultores se fueron,

 cios inmobiliarios. Insistir en este contexto histórico permi-  reemplazados por otros que terminaron convirtiendo a Ga-


 te aclarar las circunstancias políticas, sociales y económicas   llecs en un experimento social. Era un lugar de duración in-

 que contribuyeron a que Gallecs siguiera siendo un espacio   cierta, que atraía a hippies exiliados, paseantes de las ciuda-

 rural aún en el siglo XXI:   des vecinas e inmigrantes de todos lados, donde nadie tenía

         un título de propiedad. Los jóvenes de aquella época mon-

         taban allí conciertos de rock, ante la mirada atónita de los


 Sucedió en 1968. José María Martínez Sánchez-Arjona, enton-

 ces ministro falangista de la vivienda, estampó su rúbrica en   1  En castellano se traduce como “masía”. La Real Academia Española la
 el Plan Director del Área Metropolitana de Barcelona. Entre   define como: “Casa de labor, con finca agrícola y ganadera, típica del

 otras muchas disposiciones, ese plan preveía una “actuación ur-  territorio que ocupaba el antiguo reino de Aragón”. (“masía”, Dicciona-

 banística urgente”, título pomposo que significaba la urbaniza-  rio). Para más información ver “L’Estudi de la Masia catalana a la Me-
 ción de una ciudad para 130.000 personas en los terrenos de   mòria digital de Catalunya” (Castellet y Ferrer, 2011).






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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