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clandestinidad. A los 1990, en definitiva, se asiste como a un   culpas, inocencias, rendición de cuentas y catarsis sociales

 espectáculo trepidante de personajes sin escrúpulos, cinismo   a ritmo frenético. Una vez más, el thriller, género de emo-

 ideológico y maquinación continua. Al cabo, y en una ca-  ciones intensas y vértigo narrativo, más que analizar, media


 racterística que empieza a ser recurrente en los textos objeto   afectivamente un problema social en un periodo muy pre-

 de estudio, la impunidad vuelve a ser protagonista. Quién   ciso de inestabilidad nacional. El reino es la radiografía del

 paga y quién debería pagar por sus crímenes sigue siendo un   régimen corrupto que subyace a esta crisis no solo económi-

 problema en la resolución de casi cada uno de estos thrillers.   ca, sino de fe en el sistema democrático: crisis de confianza

 Roldán, el político corrupto, acaba en la cárcel. Paesa, el em-  en la ética del poder que lo es también de representatividad.


 baucador de profesión, termina rico y en libertad. Veremos   Ante la existencia de unas grabaciones que sacan a la luz

 que cuando el thriller se utiliza para dar cuenta de la deba-  la trama de corrupción en la que está implicado, Manuel

 cle económica de principios del siglo XXI, la depuración de   López-Vidal (Antonio de la Torre), político de una indeter-

 responsabilidades y el castigo de los verdaderos culpables si-  minada comunidad autónoma, no ve otra alternativa que


 gue siendo parte integral de la manera en la que reinventar   presionar a los dirigentes regionales y nacionales de su par-

 la vida democrática española como thriller.  tido en busca de protección. El personaje y su entorno de

         reuniones clandestinas, mariscadas con empresarios y yates

 Todo el reino es corrupción  de lujo están basados en la realidad de un momento espe-


 La crisis global de 2008 y sus repercusiones en España tiene   cialmente rico en escándalos políticos. Esa región costera de


 ya una amplia variedad de tratamientos cinematográficos.   El reino recuerda mucho a la en su día corrupta Comunidad

 Desde cine documental, melodramas y cintas de realismo   Valenciana bajo el gobierno del Partido Popular. El “caso

 social hasta musicales, las consecuencias de esa debacle fi-  Amadeus” del filme se hace eco de la multitud de “casos”

 nanciera para la vida del país han sido llevadas a la pantalla   judiciales del momento, en especial del relacionado con la


 a menudo y de manera diversa. Como era de esperar, la cri-  llamada “trama Gürtel.” Personajes ubicuos en los titulares

 sis también se ha convertido en thriller y, de manera signifi-  del país desde el año 2007 como el empresario Francisco

 cativa, en thrillers de acción. El momento de colapso nacio-  Correa o el tesorero del Partido Popular, Luis Bárcenas, tie-

 nal ha dado lugar a historias de vertiginosas persecuciones   nen aquí su versión cinematográfica. En este juego de para-


 en los que el reparto de héroes y villanos puede resultar pro-  lelismos, Manuel es un trasunto simbólico del político am-

 blemático (El desconocido) o en los que se mantiene un más   bicioso implicado en tramas de enriquecimiento personal

 formulaico universo moral del cine de atracos (Cien años de   al que sacrificar por el bien del partido. Sus maquinaciones

 perdón). Esas dos producciones, junto con El reino, son las   para evitar la cárcel o conseguir un trato de favor de la jus-


 películas más destacadas en una representación fílmica de   ticia dan lugar a una serie de enfrentamientos y persecucio-





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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  6 , 2024
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