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y de las sexualidades disidentes en las tres obras novelísti-                                                               Aunque la heteronormatividad reproductiva y la conco-

         cas de Obono publicadas antes del año 2018: La bastarda,                                                                mitante opresión de mujeres y minoridades sexuales son in-

         Herencia de bindendee y La albina del dinero.  Todavía no                                                               sidiosas, dinámicas y prácticamente ubicuas, las obras de
                                                                                         25

         se ha publicado ninguna investigación sobre la recopilación                                                             Obono tratan principalmente el contexto cultural de la co-

         de testimonios, Yo no quería ser madre, y tampoco se ha lle-                                                            munidad fang en Guinea Ecuatorial, y la crítica que Obo-

         gado a tratar con profundidad el tema de la maternidad en                                                               no expresa gira en torno a la opresión heteronormativa y

         sus obras de ficción. El presente artículo interviene en estos                                                          patriarcal de las prácticas consuetudinarias fang. Este artí-

         temas todavía por explorar. Al leer La bastarda y Yo no que-                                                            culo se centra, por consiguiente, en algunas prácticas y ac-


         ría ser madre conjuntamente, pretende llenar algunas lagu-                                                              titudes fang sin ignorar la diversidad de experiencias dentro

         nas analíticas, proponer unas vías alternativas para futuros                                                            de esa comunidad y provenientes de las varias comunidades

         estudios y ofrecer una lectura de las narrativas de existencia                                                          étnicas del territorio arbitrariamente delineado y designado

         y supervivencia queer en Guinea Ecuatorial.                                                                             por europeos como Guinea Ecuatorial.  Es imprescindible,
                                                                                                                                                                                                     26

                                                                                                                                 además, reconocer la imposibilidad de desenredar por com-

                                                                                                                                 pleto las prácticas misóginas ‘originarias’ y las que se instala-

         25  Mediante una lectura de La bastarda, Herencia de bindendee y La al-                                                 ron durante su casi medio milenio como colonia europea.
                                                                                                                                                                                                                                      27
         bina del dinero, Celaya-Carrillo plantea que “la perspectiva feminista                                                  A estas alturas, cualquier opresión actual es el resultado de
         y queer aplicada a sujetos femeninos en el contexto guineoecuatoria-
         no es tan necesaria y pertinente como en otros países y, concretamente,

         en otros países africanos” (“Feminista y queer” 61). Edzodzomo Ondo                                                     26  Aixelà-Cabré advierte sobre el peligro de generalizar sobre la situación

         analiza La bastarda al lado de Le pacte d’Afia del autor gabonés Mauri-                                                 femenina en África ya que el imaginario homogeneizador de la mujer
         ce Okoumba Nkoghe. Coincide con las conclusiones de Celaya-Carri-                                                       africana suele invisibilizar los matices y complejidades de las diversas
         llo, argumentando que las dos novelas señalan el afloramiento en África                                                 poblaciones y etnias del continente (“Africanas”). La misma autora tam-

         de obras que tratan la cotidianeidad de minorías sexuales (305). Licata                                                 bién reconoce el predominio de la etnia fang, refiriéndose a una ‘fanga-

         lee La bastarda y Herencia de bindenee como “forma[s] de tránsito” entre                                                nización’ del estado guineano que resulta en la minimización e invisibi-
         África y Europa y (137). Sugiere que las obras de Obono “vehiculan un                                                   lización de etnias minoritarias (Guinea Ecuatorial 140).
         imaginario a Europa de algunos conceptos distorsionados”, pero alaba el

         compromiso feminista y reivindicativo de la autora (144). Veysey-White                                                  27  El primer contacto de europeos con las islas que hoy forman parte de

         propone que la performatividad ‘deliberada’ de queerness en La bastarda                                                 Guinea Ecuatorial ocurrió en 1472 con la llegada de unos exploradores
         desafía la misoginia explotadora y aboga por la liberación de las mujeres                                               portugueses a la isla de Bioko (entonces se llamó la Isla Formosa, y más
         y las personas LGBTIQ+; sugiere que la “queer performativity” (“queer                                                   tarde pasó a llamarse Fernando Poo). El dominio colonial español de las

         performatividad”) de la novela supone un sitio de resistencia que posi-                                                 islas Annobón y Bioko empezó en 1777 con el Tratado de San Ildefon-

         bilita que “the queer woman of color, repressed as she is by Eurocentric,                                               so. Con el Tratado de París de 1900-01 concluyeron las últimas discre-
         patriarchal norms, can find her liberation” (“la mujer queer y racializada,                                             pancias territoriales entre Francia y España con la cesión oficial de Elo-
         a pesar de ser reprimida por normas eurocéntricas y patriarcales, puede                                                 bey, Corisco y la región del Muni a los españoles. Véanse Bautista Vilar;

         encontrar su liberación”; mi trad.; 67).                                                                                Castro y de la Calle; Castro y Ndongo; Ndongo.





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                Revist a  de  al ce s XXI                                                                                                                                       Número  5 , 2021-2023
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