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Tales intervenciones coloniales y su incorporación y ampli- Como apunta la hispanista Joanna Allan, mediante la cri-
ficación de ciertas prácticas autóctonas han fortalecido una minalización de las personas que se desvían de la heterose-
base cultural y legal sobre la cual la opresión de género se ha xualidad obligatoria, “the hegemony of binary gender roles
sostenido en las décadas poscoloniales. and heterosexuality is maintained and enforced through
Con respecto a la disidencia sexual (la expresión de in- fear and violence” (“la hegemonía de los roles de género y
timidades e identidades no exclusivamente heterosexua- de la heterosexualidad se mantiene y se ejecuta mediante el
les y/o no-cisgéneros), la actitud sociocultural en Guinea miedo y la violencia”; mi trad.), que son los mismos instru-
Ecuatorial es bastante antagónica; la repro-narrativa es un mentos que el presidente Obiang utiliza para mantener su
elemento constituyente de los discursos de identidad nacio- mandato (139). Los medios oficiales de comunicación en
nal y africana. Los actos homosexuales no solo son tabúes, Guinea Ecuatorial participan en la victimización y humilla-
sino que también son patologizados —se cree que el deseo ción pública de personas arrestadas por actos homosexuales,
homosexual es una enfermedad foránea que puede conta- y varias personas queer entrevistadxs en la compilación de
giar a la gente—. Persiste el mito popular de que la homo- Obono testifican que los realizadores del programa televisi-
sexualidad no existe en África, o que es un fenómeno an- vo Vivencias les persiguieron y acosaron en sus casas, emi-
ti-africano. No se criminaliza la diversidad sexual, pero la tiendo sus imágenes en la Televisión Nacional de Guinea
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comunidad queer ecuatoguineana carece de protecciones le- Ecuatorial (Yo no quería, 155, 159, 204-5, 220). Obono se-
gales explícitas, y las personas que tienen intimidades ho- ñala la extensa y aplastante red oficial y familiar de agresores
mosexuales o presentan expresiones de género no-norma- que atizan ese miedo, cometen esta violencia o son cómpli-
tivas son víctimas de persecución, marginación y violencia ces de los abusos: “Lxs agentes del orden público, lxs milita-
—agresiones que son cometidas con frecuencia por las mis- res y policías, las instituciones tradicionales, las curanderías,
mas autoridades encargadas de proteger a la ciudadanía (Hu- las iglesias evangélicas, la Iglesia católica, las familias y el en-
man Rights Watch)—. torno cometen abusos de derechos y el Estado no protege a
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las víctimas con medidas judiciales a favor de la tolerancia”
(“Diagnóstico” 20). Por si eso fuera poco, un anteproyec-
consideraba una provincial española en ese momento, de ahí que todas
las mujeres en cuestión eran, técnicamente, españolas.
sos contra personas de la comunidad LGBTIQ+ en Guinea Ecuatorial,
31 Véanse Amadiume, Male Daughters; Amadiume, Reinventing; Epprecht,
Heterosexual Africa?; Hoad, African; Kahn-Fogel; Migraine-George y véanse Allan 139, así como los informes de Somos Parte del Mundo.
Sobre el encarcelamiento y la tortura de personas LGBTIQ+ en Guinea
Currier 198; Oyewùmi 14-16; Tamale, “Introduction”; Tamale, “Re- Ecuatorial, véase Yo no quería ser madre 69, 76, 118, 170, 180, 192-4,
searching” 20.
209-11, 228. Sobre la hostilidad hacia personas de diversos géneros y se-
32 Para más sobre la carencia de protección y la proliferación de abu- xualidades en África, véase Matebeni, Monro y Reddy.
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Revist a de al ce s XXI Número 5 , 2021-2023