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 imbricados e inextricables entrelazamientos de culturas y   Teodoro Obiang Nguema.  Algunos ven la opresión de gé-
 costumbres, y las obras de Obono, como las de otros auto-  nero como un legado más o menos directo de la coloniza-

 res ecuatoguineanos, responden críticamente a esta amalga-  ción (Veysey-White 69), sin reconocer que existe un sola-


 ma.  Si me detengo para explicar algún código consuetu-  pamiento dinámico de múltiples opresiones. Matizar la red
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 dinario fang en los párrafos a continuación, no implica que   opresiva patriarcal —y reconocer que funciona y persiste

 la misoginia patriarcal en Guinea Ecuatorial esté arraigada   mediante la propagación de la repro-narrativa heteronor-

 únicamente en las etnias autóctonas. Al contrario, me pa-  mativa— es importantísimo.

 rece necesario que un lector (no ecuatoguineanx) entienda   Para etnias como la fang, “la colonización y la evangeli-


 el conjunto de elementos históricos y actuales que solapan   zación no hicieron más que reforzar una construcción de

 para crear un sistema profundamente opresivo. Doy por   género androcéntrica” (Aixelà-Cabré, “Africanas”), ya que

 sentado que ya se tiene un entendimiento de la estructura   “la sociedad tradicional fang era una sociedad . . . marcada


 dominante/occidental de género y sexualidad y que puede   por un sistema patriarcal que desplazaba a un segundo pla-

 que no esté tan familiarizada con los pormenores de la cul-  no a la mujer” (Ñengono). Si bien es cierto que rastrear los

 tura fang, y tal vez tampoco conozca mucho de la realidad   orígenes de la opresión es, aparte de imposible, menos pro-

 cotidiana en Guinea Ecuatorial.   ductivo que considerar sus consecuencias, cabe notar que

 En la cultura fang y ecuatoguineana, la repro-narrativa   los colonizadores introdujeron instituciones formales y me-


 dicta —tácitamente— que cualquier persona asignada al   dios oficiales y centralizados para regular y disciplinar una

 género femenino al nacer tiene obligaciones reproductivas;   visión dismórfica del sexo. Un ejemplo es la Sección Fe-

 entonces, no ser madre puede ser motivo de exclusión so-  menina, que operaba en la entonces Guinea Española des-

 cial, rechazo familiar y hasta de agresiones violentas. La ad-  de el año 1964 hasta poco después de la independencia en


 ministración de la heteronormatividad reproductiva es un   1968, y cuya meta fue entrenar buenas madres y amas de

 proceso culturalmente determinado, y en el caso de Guinea   casa e “impose on Guinean women and girls the strict sexu-

 Ecuatorial, la imposición maternal tiene vínculos cultura-  al controls to which [other Spanish women] were subjected

 les tanto con tradiciones étnicas como con el legado del na-  in Francoist society” (“impone a mujeres y muchachas gui-


 cionalcatolicismo franquista que marca la antigua colonia   neanas los estrictos controles sexuales a los que [otras muje-

 española y su actual régimen dictatorial bajo el presidente   res españolas] fueron sometidas”; mi trad.; Allan 85-86).
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         29  Véase Allan 139.
 28  A modo de ejemplo, menciono los libros de Juan-Tomás Ávila Laurel,
 Justo Bolekia Boleká, Victoria Evita, Raquel Ilombe, César Mba Abogo,   30  Aquí, la distinción entre “mujeres guineanas” y “mujeres españolas”

 Donato Ndongo-Bidyogo y Francisco Zamora Loboch.  tiene más que ver con la geografía que la ciudadanía, ya que Guinea se





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 Revist a  de  al ce s XXI                              Número  5 , 2021-2023
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