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una tradición cinematográfica tan lejana puede parecer in-  pasen a ser contrastes de luces de neón en los dos casos re-

 coherente, y, por ello, lo que se ha denominado neo-noir en-  cién mencionados. Como explica Sue Short, “the propen-

 tra en la ecuación para dar respuestas. Aunque, según Mark   sity to infiltrate other generic forms provides an opportu-


 T. Conard, el cine neo-noir, o cine negro contemporáneo,   nity for noir concerns to revitalise and reinvent themselves,

 “describes any film coming after the classic noir period that   granting them greater longevity and impact” (“la propen-

 contains noir themes and the noir sensibility” (“describe   sión a infiltrase en otras formas genéricas proporciona una

 cualquier película posterior al período noir clásico que con-  oportunidad a las preocupaciones noir de cara a revitalizarse

 tenga temas y sensibilidad noir”; mi trad.; 2), esta es una   y reinventarse, lo cual les otorga mayor longevidad e impac-


 cuestión difícilmente resoluble en una sola frase, ya que ha-  to”; mi trad.; 150), por lo que es muy común encontrar su

 blamos de un enorme y heterogéneo corpus de películas. Lo   influencia en diferentes productos audiovisuales que traten

 neo-noir muta, ahora alejado del blanco y negro, para infil-  de subvertir la plantilla que usan de partida, como La peste.

 trarse en distintas narrativas de corte criminal, adaptándo-  Lo neo-noir, en consecuencia, se evidencia en varios aspec-


 se y condicionando diversas estéticas por el camino. De este   tos de la serie. El primero de ellos sería su estética marcada-

 modo, “contemporary revisions can be fairly radical, relo-  mente tenebrista, que, al igual que el contraste entre blan-

 cating noir concerns to environments where they may seem   co y negro señalizador de la ambigüedad moral en el noir

 scarcely recognisable” (“las revisiones contemporáneas pue-  clásico, invade el mundo de sus personajes, desencantados,


 den ser verdaderamente radicales, trasladando preocupacio-  pícaros, criminales y muertos de hambre. Así, tal énfasis en

 nes noir a ambientes donde pueden ser difícilmente recono-  la nocturnidad urbana modelada en blanco y negro se tras-

 cibles”; mi trad.; Short 5), lo cual dificulta notablemente la   lada a La peste con la mencionada predominancia de la no-

 definición de una cinta puramente neo-noir.  che sevillana más sórdida y enfermiza, cuyos claroscuros, en


 En este sentido, se ha utilizado tal calificativo en conjun-  este caso, se consiguen gracias a la oposición entre las casi

 ción con la ciencia ficción, como es el paradigmático caso   totales tinieblas y la tímida respuesta de unas pocas llamas y

 de Blade Runner (Ridley Scott, 1982), o con otras pelícu-  faroles. La iluminación natural se convierte en un elemen-

 las como Drive (Nicolas Winding Refn, 2011) en conjun-  to clave a la hora de transformar y deformar siluetas, consi-


 ción con tropos del western. Es decir, “noir’s legacy remains   guiendo un efecto desazonador muy parecido al tropo clá-

 apparent in an array of forms, often infused with differing   sico del cine negro.

 generic elements” (“el legado noir sigue siendo evidente de   Por otro lado, en numerosas narrativas noir, como, por

 diferentes formas, a menudo imbuidas de distintos elemen-  ejemplo, El sueño eterno (The Big Sleep, Howard Hawks,


 tos genéricos”; mi trad.; Short 149), cuya hibridación per-  1946), el detective protagonizado por Humphrey Bogart

 mite, por ejemplo, que los claroscuros típicamente clásicos   se embarcaba en investigaciones casi imposibles de seguir,






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 Revist a   de   alces XXI                                    Número  4 , 2019-2020
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