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autoras argumentan que la emoción en la música fue im-  ral do Barbaña) en Ourense o el homenaje a las víctimas del

 portante a la hora de promover una “nueva identidad cul-  fascismo organizada por el Comité pola Memória Histórica

 tural, valores sociales y, por consiguiente, una alternativa de   do Val do Limia, festivales en los que se opta por evitar la


 pertenencia a un grupo diferente”, todo ello durante una   solicitud de ayudas públicas a fin de preservar la autonomía

 etapa en la que se vivía una situación política opresiva. Se-  crítica. Asimismo, el autor subraya la importancia que tie-

 gún las autoras, “la música, dado su carácter emocional y   ne en Galicia la retranca, un tipo de humor irónico y a ve-

 afectivo, ofrece una alternativa al statu quo de la España del   ces satírico que dio pie al llamado rock bravú de los noventa

 momento al transgredir los moldes preestablecidos a la vez   —estilo autóctono que perdura hasta el presente—. Si bien


 que se ancla en la tradición de la musicalización de poemas   dicho estilo destacaba por su irreverencia, el autor observa

 y del rescate de tradiciones lingüísticas” (184). Así pues, a   que apenas contenía crítica de carácter sociopolítico, con

 través de este estudio, las autoras abordan la obra de can-  lo cual contribuía a alejar a la juventud de otros estilos más

 tautores como Paco Ibáñez y Mikel Laboa, y también la de   comprometidos. Según Da Aira, “cuando hacía falta músi-


 grupos como Ez dok amairu y Jarcha. Mediante el análi-  ca para apoyar protestas políticas o sociales, la mayor parte

 sis de diversas canciones (como “A galopar” o “Txori Txo-  de grupos que hacían acto de presencia para colaborar des-

 ria”), las autoras argumentan que la movilización social an-  interesadamente con su música eran cantautores y grupos

 tifranquista durante los últimos años de la dictadura se vio   que ya llevaban años dando guerra” (243).


 reforzada gracias a la dimensión emocional de este tipo de   Por otra parte, la crítica y la denuncia política todavía si-

 música. En este sentido, las autoras analizan cómo la repe-  guen muy presentes en festivales como el FIB, lo cual no

 tición, el uso de estribillos, la elección de la melodía, la voz,   deja de ser relevante teniendo en cuenta las sentencias a las

 el mensaje reivindicativo y la lengua escogida desempeña-  que se han enfrentado algunas personas en los últimos años


 ron un papel importante en algunos de los himnos de mo-  por escribir letras de canciones o por hacer chistes contra

 vilización social más destacados de la época, provocando así   la Corona. Asimismo, el autor destaca el importante papel

 una respuesta emocional en el receptor.  que ha tenido la música a la hora de producir un golpe de

 En la sección de ensayo, el músico, poeta y gestor cultural   efecto en muchas de las manifestaciones en Galicia de los


 Carlos Da Aira reflexiona sobre el papel de la música en los   últimos años, desde las protestas contra las políticas austeri-

 movimientos sociales contemporáneos en Galicia. El autor   cidas hasta las huelgas del 8M. Por último, Da Aira percibe

 contrasta las diferencias entre aquellos festivales en los que   cierta polarización en Galicia entre los músicos y los grupos

 no se evidencia ninguna aspiración de denuncia social ni   musicales, de manera que la mayoría parece dividirse entre


 política frente a aquellos festivales de música en los que sí   el nacionalismo de izquierdas independentista y, en menor

 se aprecia esta intención, como el FIB (Festival Intercultu-  medida, el movimiento libertario.






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 Revist a   de   alces XXI                                    Número  4 , 2019-2020
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