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comercial y turística, llevaría aparejados unos inmensos cos-  comprender la producción ideológica de un objeto. En una

 tes sociales:    de las más célebres, como es la quijotesca, observamos cómo

         la parodia cristaliza las formas sobre las que se despliega de
 Es un fenómeno que afecta a otras muchas ciudades del   un modo dialéctico, operando sobre un pasado que “sólo es

 mundo, todas ellas objeto de recalificaciones masivas al   atrapable como la imagen que refulge, para nunca más vol-

 servicio de los intereses de las grandes multinacionales;
 todas ellas víctimas de la codicia de un sistema de mun-  ver, en el instante en que se vuelve reconocible” (Benjamin,

 do al que no le importa deformarlas hasta convertirlas   Sobre 25). En la novela de Cervantes, la parodia del mundo

 en su propia caricatura o parodia; todas ellas converti-  feudal presente en las novelas de caballerías sólo es posible
 das en grandes máquinas de excluir y expulsar a cual-  cuando el pasado se piensa como un repositorio de fanta-

 quier habitante o forastero considerado insolvente (La   sías reconocible a partir de la experiencia de un cambio his-
 Ciudad 11).
         tórico que ha producido profundos cambios semánticos e


 Si las formas arquitectónicas y urbanas modernas retor-  identitarios:

 nan como parodia en la posmodernidad, si en el capitalis-


 mo financiero internacional “la propia vida ‘normal’ en sí   Hasta que el mercantilismo no disponga las coordena-

 misma se ve, en cierta medida, ‘carnavalizada’ por sus cons-  das precisas para imaginar el código caballeresco como
                            un código obsoleto, este código no puede leerse como
 tantes reveses, crisis y reinvenciones” (Žižek, Primero 128),   ideología, esto es, como un código fundamentalmen-

 ¿cómo podemos pensar la posibilidad de producir luchas   te imaginario y, por tanto, foráneo, absurdo o “litera-

 políticas a partir de estos procesos de carnavalización ya ins-  rio.” Hasta ese momento no parece un disfraz: no ha-

 critos en el inconsciente ideológico del neoliberalismo?   bíamos caído en la cuenta de que los caballeros estaban

 Cuando reflexionamos sobre la ocupación de la Puerta   disfrazados: siempre estuvieron disfrazados, de caballe-
                            ros. (Fernández Cebrián y Pueyo 203)
 del Sol por parte de Cobri como ficción política carnava-

 lesca deberíamos pensar 1) en la potencialidad de la activa-


 ción del imaginario de la plaza pública que ejerce un papel   Cuando el activista se disfraza de Cobri, que a su vez es

 de catalizador y de emplazamiento de la lucha, tanto real   una máscara de Cobi, la performance de la parodia de uno

 como simbólica, lo que permite visibilizar lo reprimido en   de los diseños más famosos de la socialdemocracia revelaría

 la materialidad misma de los disfraces que tratan de ocul-  la obsolescencia del lenguaje de un marketing que siempre

 tarlo, así como en 2) las condiciones de posibilidad para el   habría funcionado como un disfraz. El disfraz del sobre lle-

 surgimiento de este tipo de imaginario en los procesos his-  no de dinero permite a los activistas vestir la ideología del

 tóricos y económicos que estructuran su existencia.   neoliberalismo español con los ropajes que siempre tuvo:


 Para responder a estas cuestiones quizá podría ser pro-  corrupción, tráfico de influencias, clientelismo o confusión

 ductivo pensar en la parodia como mecanismo que permite   de capitales públicos y privados. Al igual que el cervanti-





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
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