Page 101 - Revista3
P. 101

se transfiere colectivamente la sublimación de las victorias   relaciones humanas, opuesto a las relaciones socio-jerárqui-

 deportivas del país en las décadas anteriores a un esquema   cas de la vida cotidiana” (Bajtin 313) puesto en práctica en

 de rebajamiento y envilecimiento carnavalesco que remite a   el horizonte de inclusividad que propone la ficción política

 los símbolos de la especulación y a la destrucción del esta-  de la república del 99%. Es el caso del zombie, sujeto por

 do del bienestar que acompañó esas victorias. Así como las   excelencia de ficciones globales del neoliberalismo, incluso

 olimpiadas evocan las olimpiadas pasadas, las crisis evocan   como protagonista carnavalesco en desfiles populares y pa-

 crisis anteriores, como la de 1993, cuyos “dioses” protecto-  rodias en tiempo de crisis, el que permite leer a través de su


 res ni siquiera supieron valorar la capitalización de los sacri-  presencia la borradura ideológica de la categoría del prole-

 ficios ciudadanos:  tariado en el contexto del capitalismo tardío, reflejando la

         sustitución de una problemática de “clases sociales” por otra

 Hace un año todo estaba dispuesto para el inicio de los   basada en la importancia de un imaginario de la multitud

 Juegos Olímpicos de Barcelona, el mayor espectáculo   que establece su importancia en el nivel imaginario, que no
 del mundo y las vivencias han sido engullidas por el su-  se corresponde necesariamente “con las relaciones de pro-

 midero de la crisis de casi todo y casi todos. Los dioses se   ducción locales sobre las que este imaginario se superpone,

 han marchado al olimpo verdadero, pero ni siquiera, de
 creer a las autoridades económicas, han tenido la genti-  actúa o reacciona” (Pueyo 42). La confluencia de un cro-

 leza de dejarnos el pan y el vino. (Vázquez Montalbán,   notopo de excepción como es el carnaval con la tempora-

 Sabotaje 44)  lidad de una crisis que ha dejado de percibirse como una

         excepción para pasar a ser “a distinct historical period (a

 Los dioses invocados en el altar de los mercados a través   chronotope), whose contours become visible in the shared

 de esas inversiones arquitectónicas en Madrid, que se su-  awareness of finding oneself collectively exposed to a new

 ponía que iban a traerles de vuelta el pan y el vino que ro-  distribution of biopolitical violence” (“un periodo histórico


 baron en los Juegos de hace veinte años, han sido expulsa-  distintivo (un cronotopo) a partir de la percepción colectiva

 dos ante la alegría y la indiferencia de muchos ciudadanos   de estar expuestos a una novedosa distribución vertical de

 que entienden que los dioses seguirían abandonando a una   violencia biopolítica”; Labrador, “The cannibal wave” 109),

 parte de la ciudad fractal y neo-polarizada (Soja), aquella en   impulsa un imaginario de inversión de esa violencia vertical

 la que la precariedad de la primera aumenta el crecimien-  de carácter carnavalesco. Desde esta propuesta de lectura,

 to de la segunda. Quizá en 2013 los ciudadanos ya no es-  las multitudes del 99% pueden ser convocadas e intercam-

 taban dispuestos a servir como tributo y rechazaban pagar   biadas por los cuerpos que ocupan la plaza, quienes expe-


 el prix de sang que las políticas de austeridad ya se están co-  rimentan una inversión desde abajo hacia arriba median-

 brando sobre sus cuerpos mediante la burla sacrílega carna-  te la acción de la escalada del activista en la Puerta del Sol.

 valesca que irrumpe efectivamente en ese “nuevo mundo de   De modo complementario a esa performatividad de la plu-






 100                                                                                                          101
 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  3 , 2016-2017
   96   97   98   99   100   101   102   103   104   105   106