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edición de textos literarios y materiales monográficos, en la María Cristina C. Mabrey, en “Pintura femenina de Van-
creación y desarrollo del teatro digital en hipertexto, y en la guardia, revitalización mediática y claroscuro académico:
autoría múltiple y la participación activa del lector en la in- María Blanchard, Maruja Mallo y Remedios Varo”, tien-
terpretación y creación de las obras. de un puente entre la producción artística de tres pintoras
Interesada más por el efecto y (la presencia) de las comu- vanguardistas y su actual presencia virtual en las colecciones
nicaciones por Internet en obras teatrales escritas por crea- digitales y bases de datos electrónicas de museos nacionales
dores como Diana I. Luque, Paco Bezerra, María Velasco, e internacionales, así como en diversos espacios de Internet
Lola Blasco y Zo Briviyer, Ibáñez Quintana centra su estu- (Blogs y sitios no profesionales).
dio en la obra dramática Tras la puerta de Diana I. Luque El objetivo de Mabrey es resaltar por un lado la importan-
para “ejemplarizar cómo las comunicaciones por ordena- cia de recuperar a estas artistas que no fueron reconocidas
dor han erigido un nuevo discurso que podemos considerar adecuadamente en su momento, y por otro atestiguar que
fundamentalmente teatral, pues está basado en la inmedia- si bien gracias a la digitalización y exhibición en Internet de
tez, la característica performativa de los actos y su carácter algunas de sus obras por entes oficiales (mayoritariamen-
fragmentario” (95). Específicamente, según Ibáñez Quin- te Museos públicos y privados) o por copias no autorizadas
tana, en Tras la puerta (Número 56. Madrid: Publicacio- ni catalogadas debidamente en Internet, su obra se ha lle-
nes de la Asociación de Directores de Escena de España. gado a conocer y apreciar más en los últimos años, todavía
Iberoamericana, 2012), Luque utiliza la tecnología, un or- es necesario un mayor esfuerzo crítico que recupere el gran
denador que reproduce constantemente un intercambio de valor de estas tres pintoras de principios del siglo XX. Tal y
mensajes de un chat de ayuda a suicidas, para denunciar “el como concluye Mabrey, a pesar de que las nuevas platafor-
papel del ciberespacio como generador de máscaras o simu- mas digitales han hecho posible un mayor conocimiento de
lacros de identidad, a veces muy peligrosas, con los que pre- su obra, “queda por matizar el impacto de la misma, al igual
sentarse en sociedad” (95). que la reinscripción en la historia del arte español que in-
Ibáñez Quintana concluye su ensayo llevándonos a una cluya los modos de representación que emplearon, las ten-
reflexión sobre el empleo de las nuevas tecnologías en la es- dencias que abrazaron y las ramificaciones de su obra en el
cena teatral contemporánea como un nuevo (y actual) vehí- exilio” (134).
culo de representación de “temas universales como la sole- Aunque en una primera lectura del ensayo de Thomas
dad, la falta de comunicación y el instinto de destrucción” Deveny titulado “Libre te quiero de Basilio Martín Patino:
(108) haciendo patente que en un entorno social en el que un canto a la libertad” tenemos la impresión de que anali-
es tan predominante el uso de los medios digitales de co- zar un documental sobre las protestas sociales en la prima-
municación, el teatro no puede dejar de integrar estos nue- vera del 2011 en Madrid conocidas por el Movimiento del
vos canales comunicativos como partes fundamentales de la 15M, o los Indignados, no acaba de encajar en un volumen
escena y de la diégesis dramática.
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017