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ción Pasqual fue partícipe. También analiza montajes de La car la obra a espacios públicos. La excentricidad de La Cu-
vida del Rey Eduardo II de Inglaterra en 1978 y Le Balcon de bana continúa con un análisis del montaje de La tempestad
1980. Saltando cronológicamente, Delgado luego conside- en 1986, Cómeme el coco, negro de 1989, Cuban Marathon
ra el montaje de El jardín de los cerezos de 2000 como despe- Dancing (1992, año de los Juegos Olímpicos en Barcelo-
dida del Lliure. Al examinar la etapa de Pasqual como direc- na), Cegada de amor (1994), Equipaje para el 2000. Más de-
tor artístico en el Centro Dramático Nacional (1983-89), prisa, más deprisa (1999), y finalmente Una noche de ópera
Delgado demuestra que las preferencias de Pasqual duran- (2001). A este análisis, Delgado añade consideración de las
te ese periodo giran hacia obras difíciles de montar, como dos obras más recientes de la compañía, Mamá, quiero ser
Luces de bohemia, y en particular algunas obras menos co- famoso de 2003 y Campanadas de boda (2012).
nocidas de Lorca (El público y Comedia sin título). Al final ‹‹Otro›› teatro español ofrece una amplia selección de fo-
del capítulo, Delgado aborda un material posterior a su li- tos, algunas de estas diferentes de las que aparecen en la
bro de 2003 e incluye un análisis del montaje de La casa de monografía original, y de diferente tamaño y color. Los ca-
Bernarda Alba de 2009, obra en la que Espert hizo el papel pítulos siguen una organización particular: Delgado selec-
de Bernarda. Si al principio resulta difícil comprender la in- ciona un buen número de obras y montajes, los coloca his-
clusión de Pasqual en la categoría del “otro” teatro debido tóricamente y ofrece un poco de resumen. A continuación
a su estatus privilegiado, Delgado arguye que la tendencia analiza los montajes, enfatizando colaboraciones con los di-
de Pasqual hacia la colaboración es lo que lo coloca como rectores, los actores y en particular los diseñadores de esce-
“otro” frente al mito del autor/director solitario. También nario y de vestuario. Para las obras más antiguas, su análisis
dedica espacio considerable a su colaboración con el esce- se basa en entrevistas publicadas, memorias y biografías de
nógrafo Fabià Puigserver. las personas involucradas. Para algunas de las obras a partir
El último capítulo de ‹‹Otro››teatro español se dedica a la de los 1980 y 1990, las descripciones parecen venir de la ex-
compañía teatral catalana La Cubana, fundada en 1980. periencia propia de Delgado. Luego, Delgado analiza la re-
Delgado plantea la importancia de este grupo en la histo- cepción de cada obra en la prensa nacional e internacional.
ria del teatro español posfranquista desde su nacimiento en Para los críticos que buscan información sobre obras especí-
el movimiento alternativo llamado teatro independiente de ficas, ‹‹Otro›› teatro español incluye un índice de obras, ade-
los años 1970 hasta su estatus actual como grupo de larga más de un índice onomástico y conceptual. Por el detalle,
vida y gran alcance comercial. En ‘Other’ Spanish Theatres tal vez excesivo, creo que esta obra será útil sobre todo para
Delgado analiza las producciones tempranas de La Cuba- especialistas en teatro contemporáneo español, latinoame-
na Delikatessen (1983) y Cubanades a la carta (1988), obras ricano y europeo. Tal vez este grado de especialización sea
experimentales y hechas a base de viñetas cuyo objetivo es una lástima, ya que la reivindicación que hace Delgado de
borrar las líneas tradicionales entre público y reparto y sa- las figuras marginalizadas en el teatro español de los siglos
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Revist a de alces XXI Número 3 , 2016-2017