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dos y transformadores de la modernidad tardía obligan a   Incluso cuando un espectador no ha estado nunca en un

 un movimiento multidireccional de representación y reali-  lugar, el uso repetido de iconos de sitios y edificios concre-

 dad, entre imagen y espacio vivido, en el que ambos se afec-  tos dentro del cine y televisión puede crear un legado re-

 tan mutuamente. Si una película, según la formulación de   presentacional que funciona para construir y establecer un

 Compitello, representa un producto de una conciencia ur-  mapa cognitivo, un sentido de lugar (Lukinbeal 8), lo cual

 banizada, en el caso de la España posmoderna la ciudad se   le permite al espectador tanto nacional como internacional

 puede entender, cada vez más, como el producto de una po-  ejercer una especie de “turismo filmográfico” (Comes Fa-


 lítica cinemática. Dentro del texto fílmico, el paisaje tiene   yos). Dentro del discurso del marketing, la conexión entre

 múltiples funciones —como sitio, como espacio, como es-  cine y turismo ha sido estudiada hasta la saciedad (Rodrí-

 pectáculo, como metáfora (Lukinbeal 5)— pero el mismo   guez Campo, Fraiz Brea, and Rodríguez-Toubes Muñiz), y

 texto fílmico o aglomeración de textos fílmicos (o, mejor   los organismos estatales se han aprovechado de la cultura

 dicho, la cultura cinematográfica en sí) impactan también   del cine para vender España en el extranjero, hecho refleja-

 sobre la interpretación de los espacios reales y los inscri-  do en la página web de Turespaña, donde se apela a turistas

 be como sitios propicios para la formación de la misma   potenciales con oportunidades para recorrer, entre otras co-


 concienciación capitalista resumida arriba, pero moldeada   sas, la España de Woody Allen:

 también dentro de una conciencia visual, estética. Si, tal y

 como asevera el director de producción español Tedy Villal-  Viva en persona la preciosa estética y el encanto que

 ba, “Madrid está muy preparada para grabar. Es barato, tie-  Allen retrata en el filme. Déjese cautivar por la sensua-
                            lidad mediterránea de Barcelona o por los paisajes de
 ne infraestructuras y un buen equipo” (Comes Fayos), estos   Oviedo ideales para dar paseos en bicicleta. Compruebe

 mismos espacios vividos de la ciudad se han ido transfor-  que el cálido sol que reflejan los planos de la película es

                                                                                              5
 mado constantemente dentro de una lógica audiovisual que   una realidad. (“Vicky Cristina Barcelona”).
 enfatiza precisamente esas características, creando un círcu-

 lo de representación, reproducción, inversión.    En las manos de los ministerios estatales del turismo y las
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         industrias del ocio y espectáculo ibéricos, esta dinámica es-

         pacio-lugar-representación se sobrecarga con valores añadi-


 4  En el mismo artículo afirma Hilario Alfaro, presidente de la Confede-  dos. En el contexto cultural contemporáneo, el cine y las
 ración de Comercio de Madrid, que en el 2013 firmó un acuerdo con la   culturas del cine se han movilizado —agilizado— para en-
 Madrid Film Commission para facilitar los rodajes en sus instalaciones,   contrarse con el público más allá y fuera de los cines y los

 que “Las ciudades que han sido escenario de películas, series de televi-

 sión o, incluso, publicidad, han incrementado notablemente el número
 de visitantes. A nosotros, como comerciantes, nos interesa que aumen-
 te el turismo porque tendremos más posibilidades de venta” (Comes   5  Comes Fayos apunta que “el impacto del cine en el turismo y, por tan-

 Fayos).  to, en la economía de las ciudades en las que se rueda, es incuestionable”.





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 Revist a   de   alces   XXI                                  Número  2 , 2014-2015
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