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Y posteriormente, al realizar el mismo forense la autopsia a   dence y Karnaval, aunque también cierta irónica fascinación

 Gorka K tras haber sido asesinado en complejas y “porno-  por el programador informático como el nuevo relojero del

 gráficas” circunstancias:  universo, “el administrador del cosmos, el regente del uni-

         verso, el distribuidor de cantidades y cifras” que regenta “el
 según los dictámenes del forense que ordenó el levantamiento
 del cadáver, se produjo con antelación alguna extraña especie de   cosmos como un gran mercado”, según se describe en Kar-

 intercambio sexual. Los restos de excremento y semen hallados   naval. En esta novela encontramos perfeccionadas hasta el

 en el seccionado miembro viril de Gorka hicieron creer al foren-  extremo todas las técnicas narrativas de las que gusta Ferré.
 se, último de los humanistas en ejercicio, que éste penetró por el   También la de la utilización de la ciencia en el discurso po-

 ano con éxito a la mujer que sería luego su asesina, y que quizá   lítico-económico. Buena parte de sus páginas se dedican a
 llegara a eyacular en su interior en más de una ocasión. Restos

 de semen hallados en el propio ano de la víctima, hicieron creer   describir la labor de ese ordenador cuántico que rige el uni-

 que Gorka también había mantenido relaciones sexuales con al-  verso y las transacciones económicas. Pero como la parodia
 gún varón blanco antes de la llegada fatal de la mujer que aca-  es el recurso que sustenta el relato, todas esas explicaciones


 baría con su valiosa vida. (Fiesta 127)  científicas acaban topando con fragmentos como este: “Éste
         es un ataque en toda regla a la civilización occidental, un
 Como vemos, ambas escenas son tratadas desde una pers-  acto de terrorismo intelectual, y la ciencia, como sostén de

 pectiva que muestra las barbaridades perpetradas por el hu-  esa civilización infame y corrupta, no podía salir indemne

 manismo. A día de hoy, en cambio, el ultracapitalismo que   bajo ningún concepto” (Karnaval np).


 nos domina lleva irremediablemente al uso comercial de la   Respecto a las influencias, es conocida la admiración del

 ciencia en general, y de la medicina en particular, como se   autor por Don DeLillo. Pero, a mi entender, es Thomas Py-

 infiere de los pensamientos de Gorka K. justo antes de mo-  nchon con su afán paródico quien más influye en Ferré a la

 rir:    hora de introducir elementos tecnocientíficos en la narra-



 El último pensamiento de Gorka fue para la Cruz Roja interna-  ción. En un análisis del libro de Pynchon, El arco iris de gra-
 cional, para Crick y Watson, los descubridores de la cadena en   vedad, Ferré vaticina: “la fosilización de cualquier estética

 espiral del ADN, y para todos los que han contribuido en los   literaria que no asumiera la influencia determinante de la

 últimos treinta años a convertir la genética y la biología molecu-  ciencia y la tecnología sobre la forma de contar historias en
 lar en las ciencias dominantes de este mundo supertecnificado y

 anodino. (Fiesta 125)  las sociedades más avanzadas” (“Expediente”). De hecho,
         el tratamiento que Ferré hace del médico humanista en La


 Evidentemente, en estos textos no pueden faltar las máqui-  fiesta del asno recuerda mucho a Schoenmaker, el ambicioso

 nas represoras de la seguridad del Estado, ni el dominio de   cirujano plástico que aparece en V, la primera novela de Py-

 los medios audiovisuales. Esa es la perspectiva que prevalece   nchon. Como vemos, de igual forma que en Sierra, en Ferré

 en la visión de Ferré a partir de sus obras posteriores: Provi-  la literatura posmoderna anglosajona (en su caso concreto,






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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  1 , 2013
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