Page 260 - Revista1
P. 260

propone la mejor versión del realismo, que sin duda es la de                                                            conformación y constitución por medio de sistemas de re-

         Lukács) a la capacidad de conocernos en toda la compleji-                                                               laciones, o lo que es lo mismo, la capacidad de imponerse

         dad del sistema de relaciones que nos constituye. Y, corre-                                                             sobre la propia identidad entendida como soporte de rela-

         lativamente, resulta obvio en qué sentido cabe hablar de un                                                             ciones externas. En efecto, si cabe pensar las figuras indivi-

         empobrecimiento en la medida en que pretendamos buscar                                                                  duales como mera composición de planos (por exhaustiva y

         nuestra constitución en un mundo que, literalmente, no va                                                               completa que esta sea) no cabría llamar libertad, ciertamen-

         más allá de nuestras narices.                                                                                           te, más que al reconocimiento de la necesidad. Aunque no


             En este mismo sentido, también implica un enriqueci-                                                                es este el lugar para profundizar en la diferencia, no quere-

         miento  semejante  la  realización  efectiva  del  concepto  de                                                         mos dejar de hacer alusión a que, además de identidad (es

         Humanidad, es decir, la progresiva capacidad de vivirnos                                                                decir, además de todo aquello que el mundo ha hecho con

         y pensarnos como miembros de la especie (y no solo a tra-                                                               nosotros, por utilizar una fórmula de Sartre) resulta impres-

         vés del sistema de mediaciones en que consiste la raza, el                                                              cindible salvar una dimensión para la personalidad, la sub-

         sexo, la clase, etc.). De hecho, esto es en el planteamiento                                                            jetividad o el carácter (es decir, para aquello que nosotros

         de Lukács lo que nos permite sentir como propias las gran-                                                              podemos hacer con aquello que el mundo ha hecho con


         des obras del pasado, lo que nos permite vivir en las gran-                                                             nosotros), dimensión sin la cual, sencillamente, no cabe ha-

         des obras del pasado un destino que es el nuestro, el desa-                                                             blar propiamente de libertad.

         rrollo de una infancia que es la nuestra en tanto infancia de                                                               Ahora bien, en cualquier caso, por autónoma que resulte

         la humanidad. En este sentido, esa ampliación en el modo                                                                esa capacidad interior para trascender la propia identidad,

         de sentir que nos permite vivirnos y pensarnos como miem-                                                               ese carácter que permita sobreponerse al sistema de relacio-

         bros de la humanidad, implica también un enriquecimien-                                                                 nes por el que uno es conformado y, en este sentido, permi-

         to de la personalidad que nos permite no solo conocernos                                                                ta levantarse sobre el propio destino; por libre y autónoma

         como una pieza dentro del complejo sistema de relaciones                                                                que sea la instancia desde la que impugnar la propia cons-

         en el que participamos (como parte del mundo) sino que                                                                  trucción, el orden del mundo y el sistema completo de tra-


         implica también conocer, vivir y pensar ese sistema de rela-                                                            diciones; por soberana que sea la instancia de la razón y la

         ciones como momento del que formamos parte (como par-                                                                   libertad, a lo que no puede aspirar en ningún caso es a ser

         te de la historia universal).                                                                                           autora. En efecto, la razón y la libertad tienen el derecho y

             Todo este planteamiento, ciertamente, puede resultar con                                                            el deber de reformar y civilizar cualquier realidad con la que

         justicia merecedor del reproche de estar devaluando la au-                                                              se topen, pero no pueden en ningún caso crearla.

         tonomía del carácter, la independencia de la subjetividad                                                                   En cualquier caso, el proyecto político de la Ilustración,

         respecto al destino, es decir, menospreciando la potencia li-                                                           en su versión republicana y democrática, siempre ha tenido


         beradora del sujeto como capacidad de trascender la propia                                                              por bandera la tarea de ampliar el modo de sentir, es decir,






      260                                                                                                                                                                                                                             261
                Revist a   de   alces   XXI                                                                                                                                                       Número  1 , 2013
   255   256   257   258   259   260   261   262   263   264   265