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comentar con un mínimo de detalle, aunque quiero señalar tender la conexión entre la cotidianeidad y la realidad abs-
el dato de que los géneros cortesanos están muy marcados tracta del conjunto social y, en definitiva, entre el individuo
por la diferencia de género —sexo—, lo que explica que la y el poder, pues cada una de ellas se corresponde con una
conducta masculina quede supeditada a un estricto código diferente articulación entre distancia —virtual o no— e in-
amoroso, mientras que la de la mujer se asocie a un restric- mediatez —virtual o no— del poder. La corte se acerca más
tivo código del honor —masculino, por supuesto—. a una comunidad real o efectiva, pues el contacto personal,
Creación de comunidades imaginadas. La literatura y su di- o al menos visual, entre sus miembros entra dentro de lo
seminación a través de los media —en la primera moderni- posible —lo que explica la relevancia de la transmisión ma-
dad: manuscrito, imprenta y teatro— produce como efecto nuscrita y del control de la exterioridad en esta comunidad
no necesariamente previsto la construcción de comunidades y, asimismo, que sea un modelo bien interesante para pen-
imaginadas. De hecho, el fenómeno se puede generalizar y sar en la formación de agrupaciones colectivas orientadas a
podríamos afirmar que la transmisión cultural a través de una intervención pública político-cultural—.
los media, con independencia de circunstancias de tiempo Todas estas funciones constructivas advierten de la di-
y lugar, tiene siempre un efecto de compresión espaciotem- ficultad de desgarrar la dimensión cultural del proceso de
poral —obviamente, entre otros—. Cuanto mayor con- concentración del poder político y económico en el estado
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trol haya de los mensajes en circulación —es decir, a mayor absolutista. Si hubiera que expresarlo en forma concisa, di-
centralización y homogeneización— mayor control habrá ríamos que la cultura en la sociedad de corte es heteróno-
de la percepción que las personas expuestas a tales mensa- ma con respecto a la política y autónoma con respecto al
jes van a desarrollar de las interacciones sociales alejadas en mercado —con mayor motivo si entendemos por ‘merca-
el tiempo y en el espacio —es decir, las que dan lugar a la do’ uno de naturaleza capitalista, por su inexistencia—. No
comprensión de la sociedad, de la nación, de las comuni- creo que sea difícil comprender, dada esta situación, la espe-
dades internacionales, del globo, etc.—. En la primera mo- cial relevancia política que la crítica cultural tuvo en el an-
dernidad, debido al doble circuito de la cultura que señalé, tiguo régimen. Y, correspondientemente, cuán importante
podemos hablar de la coexistencia y complementariedad de fue para su clase dirigente el control efectivo de las inter-
dos comunidades imaginadas, la corte y la república; situa- venciones literarias y artísticas. Ahora bien, como contra-
ción que, en definitiva, sería una expresión cultural de la partida, en cuanto se constituye el campo cultural cortesano
diferencia de estatus legal y social de nobles y plebeyos. Es- quedó abierta la posibilidad de intervenir en él, socavando
tamos hablando, por tanto, de dos formas distintas de en- con representaciones alternativas la imagen legitimadora de
su posición social que la aristocracia quería transmitir al res-
to de la sociedad. Los mecanismos básicos de esta interven-
26 Sobre los fenómenos de compresión del tiempo y del espacio, consul-
tar el artículo de David Harvey (426). ción crítica fueron de dos tipos: bien llamando la atención
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Revist a de alces XXI Número 1 , 2013