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autoridad simbólica del padre, el nombre del padre como    dad durante la dictadura. Sobre esto cabe decir, en primer

 objeto de deseo, identificación y amenaza de muerte está por   lugar, que la desconexión de los conceptos de paternidad de

 todas partes como causa ausente de la narración fílmica. Por   sus potenciales determinaciones biológicas —el hecho de

 ejemplo, Tina, el personaje de Carmen Maura en La ley del   que la función paterna pueda ser desarrollada por un tran­

 deseo (1987), es una transexual que cambia de sexo para ha­  sexual o una mujer— no se separa sustancialmente, aunque

 cerse una mujer y complacer así a su padre, que es también   no sea poco, del concepto psicoanalítico del nombre del pa­

 su amante, y que, tras la operación de cambio de sexo, la   dre. Por otro lado, el papel simbólico del padre en el cine


 abandona. Esteban (Eloy Azorín), el hijo de Manuela (Ce­  de Almodóvar no debería ser entendido o valorado abstrac­

 cilia Roth) en Todo sobre mi madre (1999) está, según Ber­  tamente, sino que tendría que ser historizado. Esta opera­

 sani y Dutoit, codificado como un adolescente estereotípica­  ción hermenéutica implica, ente otras cosas, examinar tanto

 mente gay que se identifica con su madre y vive obsesionado   los intentos infructuosos de matar y enterrar al padre autori­

 con la búsqueda de un padre cuya identidad la madre le ha   tario franquista, como sus intentos de sustituirlo por el po­

 ocultado y que, en realidad, es un transexual machista, Lola   der patriarcal benévolo de la socialdemocracia española que

 (Tony Cantó) (Bersani y Dutoit 243). En ¿Qué he hecho yo   el cine de Almodóvar casi siempre identifica como factor de


 para merecer esto? (1984). Miguel (Miguel Ángel Herranz),   progreso y liberación.

 uno de los hijos de Gloria (Carmen Maura) vive de chapero   En este sentido, sorprende, después de tantas páginas de­

 hasta que su madre lo da en adopción a un dentista pederas­  dicadas al cine de Almodóvar, que sus estrechas conexio nes

 ta (Javier Gurruchaga). Al final de la película Miguel aban­  con el ideario de la socialdemocracia española no ocupen un

 dona al dentista, “porque es muy joven para comprometerse   lugar más central en los análisis de la filmografía del director

 en una relación formal” y retorna para salvar a Gloria del sui­  manchego. En general, cuando se discute la ideología de Al­

 cidio después de que ésta asesinara a su padre. El retorno del   modóvar se hace para caracterizarlo como un director pro­

 hijo pródigo gay es aquí también el retorno de la autoridad   gresista, contrario a las políticas más conservadoras del Par­

 del padre, pues como él mismo afirma vuelve porque en casa   tido Popular, pero no necesariamente ligado a las políticas



 “hace falta un hombre”.   culturales del Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
 La fluidez y la movilidad con que Almodóvar desliga la   Sin embargo, Almodóvar ha recibido no sólo financiación

 paternidad de sus determinaciones biológicas, genéricas o   para sus primeras películas a través del Ministerio de Cul­

 sexuales es una de las razones por las que sus propuestas ci­  tura socialista dirigido por Pilar Miró en los años ochenta,

 nematográficas son consideradas transgresivas y sin to má ticas   sino que ha pedido en repetidas ocasiones el voto para los

 de  una  España  en  buena  medida  liberada  de  las  cons truc­  candidatos del PSOE. La última vez, durante las elecciones

 ciones más tradicionales y opresivas del género y la sexuali ­  del 2008, como miembro activo de la Plataforma en Apo yo










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