Page 61 - Revista0
P. 61

narradores españoles, que se ha publicado entre nosotros re-  finan en contra o al margen de dicho encierro especular,



 cientemente: la ya citada Mutantes. Narrativa española de úl-  ideológica mente viciado, y que ese gesto provocativo bas taría
 tima generación, cuyos interesantes prólogos, a cargo de Julio   para designarlos con justeza como absolutamente con tem-

 Ortega y Juan Francisco Ferré, bien podrían ser considera-  po ráneos […]. Uno de los criterios más rigurosos para selec-

 dos como una declaración de intereses estéticos de la nueva   cionar a los autores incluidos en esta antología ha sido por

 generación (véase también, acerca de la estética del simula-  tanto el de su contemporaneidad, esto es, una práctica de es-

 cro y la última narrativa española, Fernández Por ta, “Golpe   critura firmemente instalada en el diálogo con el mundo con-


 por golpe. El género realista ante el fin del simu la cro”; y Fe-  temporáneo, lo que un autor algo irónico y pasado de revo-

 rré, “El simulacro virtual como sucedáneo metali terario en la   luciones teóricas y retóricas podría denominar un mundo en
                plena metamorfosis como consecuencia del Apocalipsis de
 narrativa contemporánea”).   la cultura humanista y la implantación de la lógica material

 En el prólogo de Mutantes, Ferré ironiza sobre el con-  y los procesos tecnológicos del capitalismo y el hipercon su mo

 cepto de “literatura española” que aparece en el subtítulo:  como estilo de vida paradigmático. (“La literatura del post”


                15-16)
 Narrativa española, es un decir, que no parece narrativa espa-

 ñola, sea lo que sea esto, sin dejar de ser narrativa española, ya   Palabras, por cierto, muy similares a las utilizadas por Za-

 sabe lo que esto quiere decir normalmente. Narrativas, por   die Smith en el epílogo de la antología Generación quemada

 tanto, surgidas de un estado de cosas plurinacional, multina-

 cional, o plenamente internacionalizado. (“La literatura del   (272-273).

 post” 10)      Pero vayamos ya a comprobar cómo estos últimos na rra-
         dores españoles retratan en su ficciones un mundo con tem-


 Si la susodicha etiqueta de “literatura española” podría con-  poráneo que, ante todo, como dice Ferré, es global, pluri-

 siderarse tan inapropiada como anacrónica referida a estos   nacional, dominado por la tecnología y el hiperconsumo.

 escritores, aún añade Ferré otra aclaración en su prólogo que   Uno de los rasgos más llamativos y evidentes en la obra de

 es muy ilustrativa en relación con la deuda que estos escrito-  estos autores es su afición a utilizar el mundo de las nue-

 res mantienen con otras literaturas:   vas tecnologías como referente temático. Son numerosas


         las obras que incluyen de alguna manera en sus argumen-
 Si usted ha comprendido en algún momento que la narrati-  tos —a veces en forma de ciencia-ficción, otras de descrip-

 va española pervive enclaustrada en un bucle o en un círculo

 vicioso, que explota con preferencia episodios traumáticos   ción realista— el protagonismo que las nuevas tecnologías

 de la historia como la Guerra Civil o como el franquismo   tienen en nuestras vidas cotidianas y la forma en la que es-
 (a menudo con tratamientos del todo inadecuados), enten-  tas pueden modificar nuestra experiencia de la realidad. No

 derá perfectamente que los autores antologados aquí se de-  en vano, se trata prácticamente de la primera generación







 60                                                                                                            61
 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
   56   57   58   59   60   61   62   63   64   65   66