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para la que las nuevas tecnologías, la comunicación electró- real durante mucho tiempo sin drogas que atenúen el im-
nica, Internet, la realidad virtual, los juegos de vídeo y de pacto de la luz natural o del contacto humano. Otro rela-
ordenador o, incluso, las “redes sociales”, no son elementos to interesante de los seleccionados por Ortega y Ferré es el
exóticos, sino parte de una “matriz de realidad” diaria. Po- fir ma do por el mismo Ferré, “Moda de Londres” (113-126),
dríamos decir que la crisis de la verdad de la era posmoder- publicado previamente en su libro Metamorfosis® (2006),
na ha coincidido, no casualmente, con el surgimiento de los donde se narra el viaje a Londres de una modelo española
no lugares virtuales del ciberespacio, que han trasformado para grabar un anuncio publicitario. A lo largo del cuento se
las coordenadas del es pa cio y el tiempo. De ahí, no es extra- re la tan alternativamente las secuencias de la grabación del
ño que un tema frecuente en el arte actual (quizás podría- anuncio y las de un episodio terrible que sufrió la modelo en
mos hablar de un “mito del arte posmoderno”) sea la trans- la habitación de su hotel, al ser violada por un hombre que
formación de lo real por mundos posibles o virtuales, la había conocido la noche anterior y un amigo de este. Al final
reflexión sobre la suplantación del mundo por diferentes del texto una y otras secuencias se confunden, de tal forma
sistemas de representación. En la antología de los Mutantes que no sabemos qué forma parte de la grabación del anuncio
españoles encontramos, como en la de los jóvenes narrado- (también vejatorio para la joven) y qué fue real. En este tex-
res norteamericanos, algu nos relatos de ambientación fu- to, narrado de forma fragmentaria, recordando la técnica de
turista y tecnológica, en realidad, auténticas distopías que montaje de los medios audiovisuales, y al igual que encon-
nos recuerdan a la ciencia ficción más ci ber punk. Así, por tramos recurrentemente en la obra de conocidos novelistas
ejemplo, en “Spiroot” de Carmen Velasco (Ortega y Ferré norteamericanos, como por ejemplo Don DeLillo (Gómez
71-97), o en “Cero absoluto” de Javier Fernández (Ortega Trueba, “Existe un mundo”), el motivo de la imagen fílmica
y Ferré 165-194), al igual que en “Video apartamento” del es utilizada como eficaz metáfora de la duplicación del mun-
norteamericano Jonathan Lethem (Smith 213-235), la ac- do real por su simulacro. No en vano, el mismo asunto ha
ción se desarrolla en un futuro lejano y su per tecnológico, sido desarrollado por extenso por el mismo Ferré en su re-
en el que ha desaparecido por completo cualquiera de las ciente novela Providence (2009). Asimismo, otro autor anto-
huellas que solemos identificar con la identidad o la idiosin- logado en Mutantes, Jordi Costa, publica un relato, “500%
crasia de nuestro país o de cualquier otro espacio geográfi- Costa” (Ortega y Ferré 127-141), en el que recuerda su in-
co preciso. En el texto de Javier Fernández, por ejemplo, fancia en la España de la Transición, pero, y ahí radica el in-
que, en realidad, es un extracto de su novela del mismo tí- terés y la novedad temática, a través de los filtros tecnológi-
tulo (2005), se habla de un mundo donde la reali dad virtual cos y mediáticos por los que quedó grabada en su memoria
prácticamente ha sustituido al mundo real, donde todos es- (la televisión, el cine, los cómics). Muy interesante a este res-
tán conectados y nadie es ya capaz de soportar ese mundo pecto es el fragmento en el que recuerda la muerte de Fran-
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012