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narradores españoles, que se ha publicado entre nosotros re- finan en contra o al margen de dicho encierro especular,
cientemente: la ya citada Mutantes. Narrativa española de úl- ideológica mente viciado, y que ese gesto provocativo bas taría
tima generación, cuyos interesantes prólogos, a cargo de Julio para designarlos con justeza como absolutamente con tem-
Ortega y Juan Francisco Ferré, bien podrían ser considera- po ráneos […]. Uno de los criterios más rigurosos para selec-
dos como una declaración de intereses estéticos de la nueva cionar a los autores incluidos en esta antología ha sido por
generación (véase también, acerca de la estética del simula- tanto el de su contemporaneidad, esto es, una práctica de es-
cro y la última narrativa española, Fernández Por ta, “Golpe critura firmemente instalada en el diálogo con el mundo con-
por golpe. El género realista ante el fin del simu la cro”; y Fe- temporáneo, lo que un autor algo irónico y pasado de revo-
rré, “El simulacro virtual como sucedáneo metali terario en la luciones teóricas y retóricas podría denominar un mundo en
plena metamorfosis como consecuencia del Apocalipsis de
narrativa contemporánea”). la cultura humanista y la implantación de la lógica material
En el prólogo de Mutantes, Ferré ironiza sobre el con- y los procesos tecnológicos del capitalismo y el hipercon su mo
cepto de “literatura española” que aparece en el subtítulo: como estilo de vida paradigmático. (“La literatura del post”
15-16)
Narrativa española, es un decir, que no parece narrativa espa-
ñola, sea lo que sea esto, sin dejar de ser narrativa española, ya Palabras, por cierto, muy similares a las utilizadas por Za-
sabe lo que esto quiere decir normalmente. Narrativas, por die Smith en el epílogo de la antología Generación quemada
tanto, surgidas de un estado de cosas plurinacional, multina-
cional, o plenamente internacionalizado. (“La literatura del (272-273).
post” 10) Pero vayamos ya a comprobar cómo estos últimos na rra-
dores españoles retratan en su ficciones un mundo con tem-
Si la susodicha etiqueta de “literatura española” podría con- poráneo que, ante todo, como dice Ferré, es global, pluri-
siderarse tan inapropiada como anacrónica referida a estos nacional, dominado por la tecnología y el hiperconsumo.
escritores, aún añade Ferré otra aclaración en su prólogo que Uno de los rasgos más llamativos y evidentes en la obra de
es muy ilustrativa en relación con la deuda que estos escrito- estos autores es su afición a utilizar el mundo de las nue-
res mantienen con otras literaturas: vas tecnologías como referente temático. Son numerosas
las obras que incluyen de alguna manera en sus argumen-
Si usted ha comprendido en algún momento que la narrati- tos —a veces en forma de ciencia-ficción, otras de descrip-
va española pervive enclaustrada en un bucle o en un círculo
vicioso, que explota con preferencia episodios traumáticos ción realista— el protagonismo que las nuevas tecnologías
de la historia como la Guerra Civil o como el franquismo tienen en nuestras vidas cotidianas y la forma en la que es-
(a menudo con tratamientos del todo inadecuados), enten- tas pueden modificar nuestra experiencia de la realidad. No
derá perfectamente que los autores antologados aquí se de- en vano, se trata prácticamente de la primera generación
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012