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de dar de comer a sus hijos pero dividen su corazón entre la Dentro de este apartado del espacio psicológico cabría
posibilidad de abandonarlos en el bosque enfrentándolos a añadir el espacio escénico que se crea cuando los personajes
las dificultades y obstáculos del espacio lleno de peligros (ac dialogan. Una sola palabra —la palabra “dice”—, nos sirve
titud del padre) o la posibilidad de mantenerlos en el hogar, para ir dirigiendo alternativamente la mirada hacia un lugar
espacio materno y conocido, seguro y protector. u otro de los que ocupan los actores del cuento.
En otro cuento procedente de Erase que se era, el cuen
to de las jarras, un padre les dice a sus hijas: “me voy a ir a la En un pueblo por ahí, cerca de Alar, dicen que el alcalde y el
secretario y el cura, como son los que no trabajan, siempre an
feria” (Díaz 83), sugiriendo en una sola palabra ese mercado daban juntos, y el alcalde era tan curioso que le dice al cura:
en el que se va a relacionar, comprar y dar paso con la elec —Digo que... usted sabrá todos los líos de las mujeres, y eso, y
ción de determinados objetos al argumento de la narración. se lo confesarán.
No hace falta que nos describa la feria, ni dónde se halla, ni Dice: —Pues sí, sí.
quién ha puesto en ella su tenderete, ni qué productos se —Dígamelo usted.
—Huy, no, no.
venden. Una sola palabra sugiere el espacio lejano en que se —Bueno, pues nada más nos ponemos en la puerta de la igle
desarrollará una actividad social que dará origen a la trama. sia el domingo y según vayan pasando, si es que sí, usted me
El espacio psicológico introduce un ámbito en el que las dice “Indica”.
relaciones y los roles, especialmente si se trata de círculos fa Así que según pasaban, el cura decía: “Indica” o “No indica”.
miliares, contribuyen a crear un dinamismo en el relato y a Conque ya llega la mujer del alcalde, y dice:
—Indica.
introducir emociones o conflictos comprensibles por par Y dice el alcalde:
te del oyente o lector. Si un hijo parte de casa, no es nece —¡Señor cura, que es mi Anica!
sario explicar por extenso los sentimientos de la madre, que Y dice el cura: —Pues Indica, Indica e Indica. (Díaz 201)
probablemente se opone al viaje pero comprende al mismo Finalmente hablaría del espacio temporal: muchos cuen
tiempo las razones que lo motivan. Junto a los papeles que tos suelen empezar diciendo “érase una vez”, situando al au
ambos representan, necesarios y fatales, se vislumbran unas ditorio en un tiempo indeterminado y mágico que prepara
emociones que el destinatario del relato comparte y asimi la ima ginación del oyente y le va conduciendo hacia el am
la sin necesidad de una explicación prolija. Leemos en un biente fabuloso que se necesita. O bien se habla de un tiem
cuento popular tomado de Erase que se era: “El joven le dijo po pre térito y fantástico en que las relaciones con lo natural
a su madre que se iba de casa y aunque ella protestó, no pudo condicionaban la vida del individuo, como cuando —para
convencerlo. Entonces le preparó comida para unos días y el remontarnos a un tiempo muy lejano— se dice que hablaban
joven se puso en camino” (Díaz 156). He aquí la madre dan los animales: “en el tiempo en que hablabais todos los ani
do alimento al hijo que abandona la seguridad del hogar en malitos”, suelen decir los buenos narradores. Véase, por ejem
busca de su propio destino.
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012