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to con los demás, no hay posibilidad ni de crecer más allá de   do en donde las divisiones son sobre todo por identidades y

 la repetición de lo heredado una y otra vez ni, lo que es peor,   poco espacio queda para debatir nada” (24). Quizás es que

 de entender lo aportado por los diferentes a nuestra educa-  tampoco las ideologías de antaño a las que se refiere el autor

 ción como seres humanos.  propiciaran mucho el debate. A lo mejor pudiera dibujarse

         una continuidad mayor de la aparente entre las ideologías

 La violencia étnica  de la separación maniquea del mundo entre los que pensa­

         ban como yo y los que no, enfrentados en guerra más que


 Vivir con los demás nunca ha sido fácil. Demasiado a menu­  fría permanente, con las divisiones identitarias entre los míos

 do se confunde la verdadera implicación en lo manifestado   y los otros, entre nosotros y ellos, entre los de dentro y los de

 por el otro, un participar abierta aunque no por ello menos   fuera.Ambas divisiones siguen fracturando el cuerpo social

 críticamente en la novedad que aporta, con la simple tole­  en grupos irreconciliables, jerarquizándolos entre quienes

 rancia sin relación. Nos contentamos con sustituir la convi­  poseen la batuta hegemónica con el poder de excluir a quie­

 vencia que se involucra en lo distinto con la tolerancia que   nes se exige ser meras comparsas de las bondades de los países

 simplemente deja estar, a duras penas se roza con lo otro, y se   de acogida.


 vuelca en la vigilancia de las fronteras de cada cual para que   El escritor y ensayista húngaro György Konrád ha ex­

 nada ni nadie las horade. Ello a pesar de que la heterogenei­  perimentado en cuerpo propio las ideologías del progreso y

 dad y la diversidad, el ser todos diferentes, es la caracterís tica   creencia ciega en futuros de promisión, al igual que las iden­

 común más compartida (Camps 117), es decir, lo que nos   tidades nacionalistas. Estas últimas redimen de los males de

 hace igualmente humanos a todos es la manifestación de una   este mundo con la purificación de las excrecencias de todos

 particularidad, de una subjetividad y la autonomía para de­  esos que no se avienen o no se dejan filtrar por el cedazo de

 cidir lo que más nos conviene alejada de la camaradería de lo   lo homogéneo nacional. Así, el autor será muy crítico con

 idéntico.  todo intento por empequeñecer o borrar lo personal en ra­

  Nos recuerda Amin Maalouf que “hemos pasado de un   zón y por parte de cualquier fanatismo de lo étnico o de la


 mundo en donde las divisiones por capas eran sobre todo   pertenencia al partido político. Todos enmarañan y enmas­

 ideológicas y era preciso un debate continuo a otro mun­  caran nuestros rasgos en definiciones demasiado específicas

         para dar cuenta de la complejidad de cualquiera de nosotros.

         Nos confinan al interior más profundo de una caja identita­


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 I choose to describe with the word communitas: the constitutively ex­  ria, poco importa la peculiaridad de la pertenencia.
 posed character of existence” (“desaparece la interacción social, es decir,
 la posibilidad de una existencia más allá de uno mismo que describo con
 la palabra communitas: una existencia intrínsicamente expuesta a los de­  2   Siguiendo una vez más a Konrád:  “Nationalism’s demand —Decide

 más”; “An Interview”).  what you are, and be nothing else— is based on abstract speculation. It





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 Revist a   de   alces   XXI                                              Número  0 , 2012
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