Page 167 - Revista0

pectivamente como un episodio que afectó negativamente a rante la guerra civil, concentrándose en la biografía de un in­

toda la comunidad nacional que no supo hallar una resolu­ telectual favorable a la segunda República, José Robles, cuya

ción consensuada y pacífica a sus diferencias. muerte quedó envuelta en la incertidumbre. La reapertura

Siguiendo la metodología de replanteamiento de com po­ de ese caso se extiende más allá de la figura individual de Ro­

nentes esenciales de la historia contemporánea, un texto pos­ bles y se transforma en un análisis y evaluación de las dife­

terior de Javier Cercas, Anatomía de un instante, se propone rencias y disensiones que afectaron gravemente la vida polí­

una relectura del golpe de estado del 23 de febrero de 1981, tica de la República, en particular durante la guerra civil, lo

que supuso un atentado directo a la democracia recientemen­ que contribuyó a la evolución desfavorable de la guerra para

te establecida en el país. En esa relectura, el texto hace patente la República. El texto se propone una crítica de las divisiones

que, además de las responsabilidades individuales de los líde­ y antagonismos internos de las fuerzas republicanas que con­

res del golpe, en los meses previos al 23 de febrero, la clase po­ trasta con la unidad de las fuerzas franquistas que fueron ca­

lítica y los medios de difusión contribuyeron a exacerbar las paces de ocultar sus diferencias ideológicas y se impusieron a

condiciones propicias para que se produjera el golpe. Adolfo sí mismas una unidad artificial y forzada pero férrea que les

Suárez, por encima de sus errores y de los ataques que sufrió sirvió eficazmente en sus objetivos militares.

como presidente desde todas las posiciones políticas, emerge Javier Marías en Fiebre y lanza, el primer volumen de su

como la figura que por su determinación y firmeza supo ha­ obra Tu rostro mañana, emprende una empresa similar con

cer frente a los ejecutores del golpe contribuyendo a provocar relación a la figura del dirigente del POUM, Andrés Nin,

su fracaso. Como en Soldados de Salamina, la textualidad no que fue ejecutado en circunstancias no enteramente aclara­

se genera a partir de un parti-pris único y concreto sino que das, pero probablemente a manos de los servicios secretos

incluye las ramificaciones diversas del episodio sin hacer un soviéticos que iniciaron una campaña de difamación con­

enjuiciamiento unilateral de lo presentado. tra él para justificar su asesinato en 1937 por supuesta trai­

Las novelas de Ignacio Martínez de Pisón y Javier Marías ción. Ese hecho le permite al narrador de la novela afirmar

tienen como una de sus orientaciones constitutivas la recons­ que el asesinato de Nin constituye: “La mayor y más dañi­

trucción de segmentos del periodo de la segunda República na vileza cometida por un bando contra gente de su pro­

y la guerra civil. Ese pasado no está leído ya de manera defi­ pio bando durante la Guerra” (Tu rostro 150). Como ocu­

nitiva y no está, por tanto, hermenéuticamente clausurado rre con Enterrar a los muertos, la novela de Marías explora

y la ficción puede proporcionar lecturas abiertas a opciones un episodio oscuro y perturbador rompiendo las resistencias

que no se contemplan en una historia escrita desde posicio­ ideológicas que pueden impedir un desciframiento fiable de

nes ideológicas inalterables. Martínez de Pisón, en Enterrar la historia pasada. La ficción de Marías como la de Pisón o

a los muertos, reabre el dossier de las ejecuciones políticas du­ Cercas no se propone como una propuesta verdadera ni on­

166 167
Revist a de alces XXI Número 0 , 2012