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de su silencio y de su trabajo, Inés se queda con la clientela Por otro lado, esta concepción homonormativa del due
del bar para poner copas por la noche durante un mes. De lo como trabajo invisible entronca perfectamente con ciertas
este modo, el cronotopo queer formado alrededor del bar y políticas de la memoria impulsadas desde el Estado. El deseo
de la comunidad de mujeres y tiempos que lo atraviesan se de enterrar de una vez por todas al padre franquista y hacer
ve de pronto socavado por la irrupción siniestra de una ló se cargo del pasado traumático de la Guerra Civil y la dicta
gica homonormativa que embrida el potencial político de dura, coincide con el consenso de algunos sectores de la so
la comunidad femenina sometiéndola a parámetros labora cialdemocracia que aspiran a desenterrar los muertos de las
les neoliberales y a concepciones nacionalistas jerárquicas. fosas comunes para enterrar para siempre el pasado franquis
Por un lado, se reproduce una división del trabajo que rei ta. De hecho, las nuevas políticas institucionales consagra
fica la posición abyecta y no remunerada del trabajo domés das en la llamada “Ley de Memoria histórica” (2007) conci
tico (son ellas, en silencio y a oscuras, las encargadas de lim ben el duelo, igual que en la película, como un asunto que
piar la sangre y enterrar al padre que nadie quiere enterrar) debe dirimirse de forma privada para no interrumpir la nor
y, por otro, se subordina la inclusión de las mujeres de color malidad democrática constituida durante la Transición. Por
inmigrantes a su participación en un rito fúnebre (homo) eso, el Estado no participa directamente en la exhumación
nacionalista del que claramente no sólo no son responsables, de las fosas sino que, en el mejor de los casos, subcontra
sino que son incluso víctimas (el mismo padre que deben en ta a las asociaciones de memoria para que lleven a cabo este
terrar para “integrarse” y conseguir el trabajo precario en el trabajo de manera desinteresada y sin que se establezcan en
bar no es ajeno a la repetición de la violencia colonial que las ningún caso responsabilidades penales.
ha desplazado). La escena del entierro nos sitúa de lleno den El problema con esta interpretación del duelo y de la
tro de la lógica y del tiempo capitalista que continuamente muerte del padre es que está condenado a repetirse indefi
se apoya en nociones de feminidad y etnicidad para justificar nidamente porque, paradójicamente, contribuye a proteger
el trabajo doméstico y el cuidado como connatural a la mu el secreto abierto, la herencia y la autoridad del padre fran
jer, especialmente las mujeres de color como Inés en las que quista que siguen enquistados en el corazón de la sociedad
además el capitalismo inscribe constantemente su condición española. ¿De qué sirve seguir matando y enterrando al pa
de sujetos (post)coloniales para seguir “racionalizando” su dre cuando es un secreto a voces que el padre está encriptado
explotación. y protegido de estos y otros gestos de impugnación y agre
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sión? El secreto a voces, el elefante en la habitación, la metá
fora hipervisible es El Valle de los Caídos, Cuelgamuros, el
antiguo campo de concentración franquista y su monumen
14 A este respecto ver la excelente exposición del problema que hace Silvia tal cripta excavada en las entrañas de granito de la sierra de
Federicci en su Caliban and the Witch. Women, the Body and Primitive Guadarrama. Mientras los cadáveres de Franco y José Anto
Accumulation.
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012