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no denuncia a Paula o llama a la policía sino que le ayuda a mara alterna plano y contraplano de la imagen en trance de
ocultar su crimen. En lugar de devorar al padre e identificar Raimunda con la imagen de la madre emocionada. La letra
se con él, las mujeres limpian —con agua y fuego— los ras del tango aquí queda completamente resignificada. Ya no se
tros del poder patriarcal. trata del reencuentro nostálgico de dos amantes en la ma
Tras la muerte del padre, Raimunda esconde con ayuda durez, sino más bien de la recuperación del lenguaje de la
de Paula el cadáver en la cámara frigorífica del restaurante de madre, puesto que “Volver” es la canción que la madre le
un vecino que le ha dado las llaves para que lo traspase. A enseñó a Raimunda cuando era niña para participar en un
raíz de este incidente, Raimunda empieza a explotar el res concurso infantil de canto. Por tanto, no vuelve el amante
taurante con ayuda de unas vecinas y empieza a servir comi con la frente marchita y las nieves del tiempo, sino la madre,
das a un equipo de cine que está rodando en los alrededo igualmente ajada por el tiempo, pero cargada de un lenguaje
res del barrio. El banquete totémico tiene lugar en la película y una memoria propias que reivindican a la hija frente a la
cuando Raimunda y sus colaboradoras deciden aceptar un agresión del padre, una madre que no permaneció indiferen
encargo para celebrar una fiesta en honor de las personas que te frente al dolor de la hija, sino que la vengó y se hizo cargo
han participado en el rodaje de la película. Este banquete, de la agresión.
que se celebra con el cadáver del padre en la cámara frigorí Puede decirse, tal vez forzando un poco la interpreta
fica, es el momento en el que se consagra la unión entre las ción alegórica, que el retorno espectral de la madre equivale
hermanas —Raimunda, Sole (Lola Dueñas) y Paula, que es al retorno también fantasmático de la República, tantas ve
hija y hermana a la vez— y su alianza con las otras mujeres ces simbolizada por una figura de mujer. De hecho, la propia
del barrio. Carmen Maura encarnó el papel de república en ¡Ay Carme-
En este caso, la prohibición que se expresa aquí es no la! (1990), la adaptación cinematográfica que hizo Carlos
sólo el asesinato del padre, sino la formación de una utopía Saura de la obra de teatro homónima de José Sanchis Sinis
homosocial de mujeres libres e independientes de la auto terra. Una vez que la madre vuelve, se restaura un lenguaje,
ridad del padre. Por eso, el banquete totémico en este caso, una memoria y una ley nuevas, la ley de la madre. Esta ley de
más que celebrar la muerte del padre, es una celebración, li la madre rige simbólicamente todas las acciones no sólo de
teralmente, del retorno de la madre muerta y espectraliza Raimunda y sus hermanas, sino de todas las mujeres que for
da. El momento culminante de la escena tiene lugar cuan man la comunidad homosocial de la película, las vecinas, las
do Raimunda comienza a cantar en el patio del restaurante clientas de la peluquería, todas las mujeres que se apoyan y
“Volver”, el tango de Carlos Gardel interpretado por Estrella se ayudan al margen del universo social de los hombres y de
Morente. La madre (Carmen Maura) está todavía escondida la ley del padre (ninguna de ellas tiene relaciones con otros
en el coche de Sole, la hermana, observando a la hija desde hombres). Estamos en presencia aquí de lo que Judith Hal
fuera. Mientras se desgranan las estrofas de la canción, la cá berstam ha llamado tiempo y espacio queer, una noción que
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Revist a de alces XXI Número 0 , 2012