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oscura, opresiva y ominosa— como signos del declive vital El segundo de los ensayos que quiero comentar es el estu-
de la biosfera. En la atmósfera insalubre, tensa y decadente dio que Luis I. Prádanos hace de la serie de televisión El bar-
que impregna por igual a personajes humanos, objetos y es- co y de la película Lo imposible en su libro Postgrowth Ima-
pacios de Biutiful, Beilin percibe ese sentimiento siniestro ginaries, concretamente en el capítulo 4, titulado “Disaster
que Timothy Morton ha interpretado como una intuición Fiction, the Pedagogy of Catastrophe, and the Dominant
del deterioro socioecológico en la fase actual del antropoce- Imaginary”. El análisis de Prádanos denuncia el discurso
no. Como Beilin observa, en Biutiful la esfera individual y la neoliberal de El barco y Lo imposible y revela las estrategias
esfera socioambiental están imbricadas de forma orgánica: el mediante las que ambas producciones excluyen y oscurecen
cáncer de Uxbal, el desequilibrio emocional de Marambra y las dimensiones socioambientales de sus respectivas histo-
la corrupción política se conectan con la explotación econó- rias. En este sentido, el capítulo de Prádanos complemen-
mica y ambiental del mundo no occidental y con las migra- ta muy eficazmente al de Beilin que acabamos de reseñar:
ciones, enfermedades y pérdidas que provoca. La película si- si este último ilumina la sutil y compleja imbricación de lo
túa a los personajes humanos en contextos ambientales que humano y lo más-que-humano en Biutiful y desvela las di-
incluyen chimeneas industriales, hongos en las paredes, del- mensiones socioambientales y planetarias de una historia
fines agonizantes en las playas, y otros elementos a través de que aparenta ser local, urbana y exclusivamente humana,
los cuales la enfermedad humana se revela también como la el ensayo de Prádanos pone en evidencia el modo en que
enfermedad del planeta (Beilin, In Search of 218). El barco y Lo imposible reducen a un nivel antropocéntri-
La aplicación de una escala planetaria al estudio de una na- co (más aún, eurocéntrico), desideologizado y acrítico unas
rración que es ostensiblemente local, urbana y antropocén- historias en las que la crisis planetaria, la interacción de lo
trica le permite a Beilin revelar la íntima conexión entre lo humano y lo más-que-humano, y los costes socioambienta-
local y lo global y entre lo humano y lo más-que-humano en les del crecimiento económico y del desarrollo tecnológico
Biutiful, lo cual nos ayuda a apreciar esta película como una deberían ser elementos centrales. Como Prádanos explica,
reflexión profunda sobre la agonía que está sufriendo la vida El barco —la mayor parte de cuya acción ocurre en un bar-
en la Tierra. Si aplicamos a Biutiful el modelo de análisis de co en el que conviven los únicos supervivientes humanos
Hayward —basado, recordemos, en la economía del dónut de la Tierra tras un catastrófico accidente en el Gran Coli-
de Kate Raworth— podemos ver esta película como una sionador de Hadrones de Ginebra— contiene todos los ele-
evaluación de la crisis de la Biosfera (en el sentido de Rawor- mentos para ofrecer una alegoría de la crisis socioambiental,
th y en el sentido habitual del término) que nos muestra una una llamada a aceptar límites y restricciones y una oportu-
esfera social con graves carencias y una esfera planetaria en la nidad para replantear el rol humano y el impacto del creci-
que varios de los límites están siendo superados. miento capitalista sobre una biosfera finita. En cambio, la
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

