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modelo alternativo que ayude a organizar y analizar las pelí- la humanidad, dejan constancia de la situación precaria en
culas no de acuerdo a criterios autoriales ni otros esquemas que se encuentra la Biosfera (en todos los sentidos del tér-
antropocéntricos sino en base a principios ecológicos (Ha- mino). En tanto que esta situación es el resultado direc-
yward 2-3). En esta búsqueda, Hayward encuentra un mar- to del modelo de crecimiento capitalista —un modelo de
co de referencia extraordinariamente útil en el modelo eco- economía abierta, lineal, incompatible con los límites e in-
nómico propuesto por Kate Raworth en su libro Doughnut trínsicamente ecocida—, el modelo de Raworth —circular,
Economics. La “economía del dónut” de Raworth presenta cerrado, regenerativo, consistente con el ciclo de la vida—
una alternativa radical al modelo capitalista en la medida en pone de manifiesto que el reconocimiento y respeto de los
que rechaza el crecimiento como razón de ser de la activi- límites es un factor crucial para la supervivencia.
dad económica y lo sustituye por la noción de un equilibrio En su modelo de análisis ecocinemático, Hayward adop-
sostenible que satisfaga las necesidades sociales y respete los ta las categorías fundamentales del dónut de Raworth y las
límites planetarios. Como sin duda saben muchos lecto- utiliza como marco referencial para el estudio de la indus-
res, el dónut de Raworth debe su nombre a los dos círculos tria cinematográfica y para el examen crítico de géneros y
concéntricos que delimitan, respectivamente, el fundamen- películas individuales. Hayward considera, por ejemplo,
to social de la economía y su techo ecológico. En el círculo cómo la industria cinematográfica mundial contribuye, o
interior, el de las necesidades sociales, se incluyen paráme- no, a satisfacer determinadas necesidades sociales y hasta
tros como alimento, agua, vivienda, salud, educación, justi- qué punto respeta o desafía los límites planetarios. También
cia e igualdad, entre otros; el exterior marca los límites eco- compara unos géneros con otros de acuerdo a esos mismos
lógicos que no se pueden transgredir. El área entre ambos criterios; subraya, por ejemplo, el importante papel de los
círculos contiene el espacio de seguridad en que la vida hu- documentales, que por lo general son más baratos de pro-
mana puede desarrollarse plenamente al tiempo que se ga- ducir, tienen menor huella ambiental y una gran capacidad
rantiza el mantenimiento de la salud planetaria. A ese espa- para informar y educar sobre cuestiones sociales y ambien-
cio de vida y seguridad —un espacio frágil que requiere de tales (62). La mayor parte de Film Ecology, sin embargo,
una administración meticulosa, responsable e íntimamente se dedica al estudio de películas específicas, y es ahí donde
imbuida por el respeto a los límites— Raworth lo denomi- el modelo del dónut y su doble círculo social-planetario se
na, precisamente, Biosfera. El cambio climático, la conta- muestra, en mi opinión, particularmente útil como instru-
minación del aire, la pérdida de biodiversidad, la acidifica- mento de análisis. Hayward aboga por películas que pongan
ción de los océanos y otros factores de la actual emergencia en evidencia las prácticas ecocidas y que revelen los efectos
ambiental, junto con los abismos de injustica, desigualdad sociales del racismo, sexismo, homofobia y otras formas de
e insuficiencia en las condiciones de vida de gran parte de exclusionismo sistémico. Alaba, por ejemplo, los filmes de
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Revist a de al ce s XXI Número 7 , 2025

