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desprecio a los límites: la historia del capitalismo es la histo-  cial de ofrecer estrategias de empoderamiento y perspectivas

 ria del extractivismo sin control, el exterminio ecológico y   para la reconstrucción y transformación de las comunida-

 humano, la expansión constante en busca de nuevas fronte-  des (35). La toma de conciencia sobre los límites biofísicos


 ras que conquistar, nuevos recursos humanos y ambientales   del planeta, sobre la incompatibilidad de la doctrina capi-

 que explotar, nuevas falsas necesidades que inventar, nuevos   talista del crecimiento infinito con la realidad de un plane-

 mercados que saturar. Sus mitos sagrados han sido, entre   ta finito, y sobre el imperativo ético de incorporar valores

 otros, el crecimiento económico, el desarrollo industrial y el   de autocontrol y austeridad en la vida individual y colecti-

 progreso tecnológico. A partir del siglo XX, la obsesión por   va, deben ser objetivos prioritarios no solo para la pedago-


 el crecimiento infinito ha propiciado (en el norte global al   gía general, sino también, específicamente, para la pedago-

 menos) una adicción al consumo desenfrenado, constante-  gía ecomediática / ecocinemática, al menos por dos razones:

 mente estimulada por el sistema de crédito, la publicidad y   en primer lugar, por el extraordinario impacto ecológico de

 la obsolescencia programada. A su vez, esta dinámica de ex-  la industria del cine, video y medios audiovisuales, exacer-


 pansión territorial, crecimiento económico, desarrollismo   bado en la era digital; y en segundo lugar, porque el cine ha

 y consumismo ha desatado, desde la segunda mitad del si-  operado históricamente como instrumento de propaganda

 glo, ese torbellino de calentamiento global, pérdida de bio-  de la ideología del consumismo y del exceso, como apara-

 diversidad, deforestación galopante, explosión demográfica   to ideológico del colonialismo y como canal privilegiado de


 y aumento exponencial del consumo energético que hemos   los mitos del crecimiento, el progreso industrial y el desa-

 dado en llamar la gran aceleración. La historia del capitalis-  rrollo tecnológico. El cine, el video y los medios de comu-

 mo, en fin, es la historia del negacionismo de los límites.  nicación audiovisual han sido, y siguen siendo, adalides de

 En su ensayo “Education in an Age of Limits”, que ya he-  la petromodernidad.


 mos mencionado, Baildon y Damico abogan por un currí-  Entre los estudios que toman en consideración la cues-

 culum que incorpore un marco ético y que provea un aba-  tión de los límites en el contexto de la enseñanza ecocine-

 nico de técnicas pedagógicas para identificar y apreciar el   mática, uno de los acercamientos más provocativos es sin

 papel de los límites en las esferas pública y privada. Como   duda el de Susan Hayward en su reciente libro Film Ecology.


 escriben Baildon y Damico, reconocer y establecer límites   El propósito explícito de Hayward es construir un modelo

 aceptables es un aspecto central de la vida social (35). El ar-  teórico que permita a los estudiosos del cine visualizar las

 tículo despliega un conjunto de historias curriculares que   transgresiones ecológicas cometidas por el modelo capitalis-

 ponen énfasis en varios tipos de límites, incluyendo límites   ta —modelo que, como acabamos de indicar y como la pro-


 ecológicos. Según estos autores, el reconocimiento de los lí-  pia Hayward declara, tiene al cine mainstream como uno de

 mites como parte de las historias curriculares tiene el poten-  sus promotores más entusiastas—. Hayward propugna un






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 Revist a  de  al ce s XXI                                            Número  7 , 2025
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